Varios centenares de personas aguardaban en el barrio Primero de Diciembre de Barinas (oeste), capital de ese llanero estado de Venezuela, para acompañar al aspirante a la Presidencia Henri Falcón a un acto proselitista en la tierra del fallecido Hugo Chávez, fundador de la llamada revolución bolivariana.

La primera línea la conformaban confesos seguidores de Falcón, pero también varios chavistas defraudados, hartos de la crisis política y económica que atraviesa el país con las mayores reservas de crudo del planeta.

"Fui chavista y no me arrepiento porque no debe uno arrepentirse de las cosas, pero así como luché para que ganara (Chávez) voy a luchar para liberar a Venezuela de esta peste exterminadora que es el chavismo", dijo Jacqueline Vivas, una economista de 44 años que aseguró votará por Falcón en los comicios de mayo próximo.

La mujer participó en el acto de campaña vestida con una camiseta y un sombrero de color verde con las insignias del tradicional y venido a menos partido Copei, que llegó a gobernar dos veces el país antes de la llegada al poder de Hugo Chávez en 1998.

Con todo, dijo formar parte de Avanzada Progresista, una agrupación fundada en 2012 por varios disidentes del chavismo y que tiene a Henri Falcón como su presidente y líder más visible.

Vivas añadió que espera que Falcón se haga con la Presidencia para que abra un canal humanitario, una petición opositora que el Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro ha rechazado, y reconstruya la economía del país, cuya inflación anualizada hasta febrero pasado rondó los 6.147,1 %, según cifras del Parlamento.

Falcón transformó su caminata por el deprimido barrio en un trote ligero, pese a las irregularidades de la calzada que le obligaron a dar alguno que otro salto para superar charcos de agua sucia.

Saludaba a hombres con la mano extendida y besaba a las mujeres que le aguardaban a la orilla de la calle, resumiendo su plan de gobierno con un simple "vamos a salir de esto".

En su camino se topó con la ama de casa Karelys Pérez, de 33 años, quien lo saludó con efusividad.

"Primero creo en Dios y luego en él. Claro que votaría por Henri Falcón, por cualquiera que cambie a Venezuela", dijo esta ama de casa que le dio la espalda al chavismo luego de haber votado por Maduro en las elecciones de 2013.

"No lo voy a negar, voté por Maduro porque Chávez lo dejó y pensé que el país seguiría bien", dijo.

Pérez se volvió antichavista a raíz del declive de la economía venezolana, la de peor desempeño en la región de acuerdo con datos divulgados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el pasado diciembre.

"Estamos pasando hambre y sacrificios, hay gente en los hospitales que necesita medicinas", agregó.

A su lado, la oficinista Iris Urquiola también se lamentaba por la crisis de un país que está "patas arriba", según dijo.

"No podemos darle espacio a los chavistas. Con los ojos cerrados voy a votar por ese candidato (Falcón), porque me gusta", señaló la mujer de 38 años, quien sufragó por el chavismo por última vez en 2013.

Estos testimonios de conversión política no sorprenden a Falcón, un opositor que al igual que los votantes que está robando a Maduro estuvo ligado al chavismo en el inicio de su carrera como servidor público.

"A la gente se le vendió una expectativa real sobre un modelo socialista que les ofreció el cielo y les dio el infierno. No solamente están defraudados, sino desesperados por salir de este gobierno", dijo el exmilitar y político de 56 años.

Entre la base antichavista, Falcón ha sido tachado de rebelde al desoír la instrucción de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática de no presentarse a las elecciones.

"La abstención no tiene ninguna utilidad, ningún sentido", se defendió.

Falcón y Maduro son los principales candidatos a los comicios del venidero 20 de mayo, en los que el segundo aspira a la reelección.

Además, el pastor evangélico Javier Bertucci y otros dos candidatos, prácticamente desconocidos para los venezolanos, aspiran a la Presidencia en unos comicios a los que poco más de 20 millones de votantes están llamados a las urnas.