El fundador y director de la ONG Pro Activa Open Arms, Oscar Camps, denunció ayer en el Parlamento Europeo la "criminalización" que sufren las ONG dedicadas al rescate de personas en el Mediterráneo y consideró "muy grave" que Italia pidiera la entrega de los inmigrantes rescatados a guardacostas libios.

Camps participó en un debate de la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo junto con el jefe de operaciones de la ONG, Gerard Canals, y el director general de Frontex, Fabrice Leggeri. En una rueda de prensa posterior, Camps señaló que desde 2016 se lanzó una campaña para desacreditar a las ONG que operan en el mar, que ha acabado reduciendo progresivamente el número de barcos humanitarios en la zona, pasando de 11 en 2016 a uno solo en 2018.

"Primero fueron campañas contra las ONG, luego se pasó a la actuación militar, a las amenazas, a los disparos y a los secuestros. Ahora mismo ya estamos encausados directamente por estar en el Mediterráneo y ser testigos de lo que vemos allí cada día", manifestó. El director de la ONG relató ayer su experiencia a bordo del buque que se encuentra actualmente retenido en el sur de Italia y cuya tripulación está acusada por la fiscalía de Catania de colaborar con "grupos criminales" dedicados a la inmigración ilegal.

Según dijo, el barco de Open Arms recibió una llamada desde el Centro de Rescate Marítimo Coordinado de Roma para atender el naufragio de una embarcación en el Mediterráneo y una vez allí se les pidió la entrega de los rescatados a guardacostas libios.