Los oncólogos sostienen que en España se ha "sobretratado" y se han consumido "excesivos recursos" para tratar las enfermedades terminales, un sobretratamiento que tiene efectos secundarios para los pacientes y es "dañino" y "maleficiente" porque se hace daño al enfermo y es "injusto" porque los recursos son "limitados" y hay que "retrotraerlos de otras necesidades".

Así lo ha señalado el doctor Marcos Gómez Sancho, director de la Maestría Universitaria Internacional en Cuidados Paliativos, que ha criticado los cuidados "agresivos" en la Jornada Técnica ''Economía de los cuidados paliativos'' que ha celebrado la Asociación de Economía de la Salud (AES) en el Colegio de Médicos de Las Palmas de Gran Canaria, una cita previa a las XXXVIII Jornadas de Economía de la Salud que se celebrarán en la capital insular del 20 al 22 de junio.

Gómez Sancho ha defendido "morir sin el estrépito frenético de proporcionar una tecnología que prolongue una agonía durante unas horas", porque, según dijo, "no queremos que el último pasaje de nuestras vidas sea una cama medicalizada en el hospital". Y ha criticado que la "medicalización de la muerte" corre el riesgo de que caiga en la "obstinación terapéutica".

El doctor ha apuntado que más de la mitad de los enfermos terminales de Estados Unidos murió en una Unidad de Medicina Intensiva (UMI), de los cuales el 24% sufrió un intento de reanimación y un 50% una sonda de alimentación.

Y en España, según datos recabados en servicios de oncología de varios hospitales, las cifras apuntan dinámicas similares. En Valdecilla, en Santander, el 24% de los enfermos terminales murieron en el hospital, el 81,8 % recibiendo tratamiento activo antineoplásico, el 56,6% en el último mes y el 38,8% en los últimos quince días. "Así se están muriendo los enfermos de cáncer", subrayaba Gómez Sancho.

O en Santiago de Compostela, donde un estudio apunta que entre 2001 enfermos fallecidos entre 2010 y 2013 la mayoría sufrió "agresión terapéutica". Casi el 70% fallecieron en un hospital de agudos, en "un sitio que no se debe", y un 14% murieron a las 72 horas del ingreso hospitalario.

CALIDAD DE VIDA AL FINAL DE LA VIDA

Durante la jornada se ha celebrado el debate ''Economía de la salud: herramientas para la evaluación de recursos en los últimos días de vida'', moderado por Jaime Pinilla Domínguez, de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria.

El economista de la salud de la Universidad de Murcia y miembro de la directiva de AES, Fernando Sánchez, ha expuesto la literatura sobre una de las principales herramientas para evaluar el coste-efectividad de los tratamientos, los AVAC (años de vida ajustados por calidad), que en España tienen un umbral (entre 22.000 y 25.000 euros) desde el hallazgo, precisamente, de una investigadora canaria, vicepresidenta de AES, Laura Vallejo-Torres.

Según Sánchez, existe un debate sobre la validez de los AVAC al final de la vida, en el que algunos expertos consideran que sí es de aplicación y otros creen que es necesario mejorar los métodos o ponderar los resultados porque entienden que "el valor del tiempo de vida es distinto" en esta última fase.

Asimismo, ha explicado que hay evidencia sobre las preferencias de la sociedad en distintos países de nuestro entorno y también en España, a partir de un estudio en el que participó este experto, sobre si la sociedad considera que debería darse prioridad a los pacientes terminales a la hora de medir las ganancias en salud.

Fernando Sánchez asevera que hay una preferencia social en España por darle un tratamiento preferencial a las ganancias en salud. En su estudio, hallaron evidencia de que la sociedad prioriza una mejora en la calidad de vida de los pacientes que están próximos a la muerte frente a "pequeñas ganancias en supervivencia".

Y este resultado no se ha encontrado en otros países como Reino Unido, Suecia, Dinamarca o Países Bajos, donde hay evidencias tanto en un sentido (mejorar la calidad de vida) como en el otro (ganar tiempo de supervivencia) en enfermos que encaran el final de la vida.

También han intervenido Lidia García Pérez, del Servicio de Evaluación y Planificación del SCS Consumo de recursos de una unidad de cuidados paliativos extra hospitalarios en el sur de Gran Canaria, que ha planteado una ''Revisión sistemática de la evidencia sobre coste-efectividad de los diferentes modelos organizativos para la provisión de cuidados paliativos''.

Y Olga Sánchez García, del Centro de Salud de Doctoral (Gran Canaria), que ha expuesto un estudio de costes del ''Consumo de recursos de una unidad de cuidados paliativos extra hospitalarios en el sur de Gran Canaria''.

CANARIAS MATIZARÁ EL PLAN DE CUIDADOS PALIATIVOS

Elizabeth Hernández, directora general de Programas Asistenciales de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que ha participado en la inauguración de la Jornada Técnica ''Economía de los cuidados palitativos'', ha destacado que Canarias cuenta con un Plan de Cuidados Paliativos en línea con la estrategia del Sistema Nacional de Salud.

Hernández, que es médico de familia, ha admitido que "es mucho más difícil ayudar a morir que a vivir", pero ha mostrado su confianza en el Plan de Cuidados Paliativos del gobierno autonómico.

En este sentido, ha anunciado que el próximo 22 de marzo se celebrará una reunión para "matizar todo y seguir dando pasos", que en su opinión pasan por una Atención Primaria más "resolutiva".

XXXVIII JORNADAS DE ECONOMÍA DE LA SALUD EN JUNIO

Las XXXVIII Jornadas de Economía de la Salud se celebrarán en el mes de junio, también en Las Palmas de Gran Canaria, y se centrarán en los cambios que se requieren en las decisiones compartidas en salud y los cuidados al final de la vida.

La cita, de referencia internacional y que se celebra con carácter anual desde 1980, tendrá por lema ''Compartiendo decisiones: ¿Qué cambios se requieren?'' y se desarrollarán en el Auditorio Alfredo Krauss de Las Palmas, con la colaboración de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

El objetivo es profundizar sobre las decisiones entre médico y paciente, la complejidad de las decisiones al final de la vida, la importancia del big data o las lecciones aprendidas desde otras disciplinas con más experiencia en la toma de decisiones compartidas.

En este sentido, las decisiones compartidas son actualmente una realidad, entre otros aspectos, por la necesaria integración de las políticas de atención de las enfermedades crónicas, la atención domiciliaria o los cuidados paliativos.