WWF ha presentado, este viernes 9 de marzo en Madrid, un mapa que identifica doce grandes corredores ecológicos que emplean los animales para moverse por la península Ibérica, con el fin de conectar los espacios naturales protegidos entre sí y poder conservar las especies más amenazadas, como el lince ibérico o el oso pardo.

Asimismo, la entidad ha estudiado e identificado 17 zonas críticas que se encuentran dentro de esos doce corredores (denominados "cuellos de botella"), y que "deben ser restaurados urgentemente". Según ha explicado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, estas zonas "son más estrechas y débiles" pero tienen un papel "vital" para la conectividad ecológica.

Ambos estudios forman parte del informe ''Autopistas Salvajes. Propuesta de WWF España para una Red Estratégica de Corredores Ecológicos entre espacios Red Natura 2000'', elaborado por la entidad junto a expertos de la Escuela de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid.

"La idea es que este estudio sirva de piloto para que tanto la Comisión Europea como el Gobierno la tengan en cuenta", ha expresado tras señalar que "aunque la Red Natura 2000 -la red europea de espacios protegidos, que ocupa un 27% del territorio nacional- ha servido para conservar especies de peso", no ha servido para detener la pérdida de la biodiversidad.

Por ello, ha indicado que "urge trabajar en conectar la naturaleza" con el fin de permitir el movimiento y el intercambio genético entre poblaciones de fauna y flora para fomentar la conservacion de las especoes amenzadas que sobreviven en poblaciones aisladas debido a factores como el desarrollo desenfrenado de infraestructuras de transporte de las últimas décadas.

160.000 KM DE CARRETERAS EN ESPAÑA

En este sentido, del Olmo ha lamentado que las infraestructuras en España se han proyectado "en un mapa en blanco" sin tener en cuenta los espacios naturales. "España es el primer país de Europa con más kilómetros de carretera, 160.000 en total", ha matizado.

Además, ha resaltado que la expansión de la agricultura intensiva ha creado "desiertos de fauna" en los que los animales no tienen refugios para criar o resguardarse, una situación que se irá complicando debido al cambio climático, cuando las especies más vulnerables "tendrán que desplazarse en busca de condiciones más favorables para su supervivencia".

En concreto, el catedrático y director del equipo de investigación del estudio, Santiago Saura, ha hecho hincapié en que las zonas que "mas urgen" una restauración son los bosques de ribera, que aunque solo cubren el 0,68% del territorio representan el 2,4% de los corredores y contienen el 12% de los "cuellos de botella". "Son muy valiosos pero son débiles", ha añadido.

Otro de los puntos mas importantes "donde se debe actuar" son los paisajes agrícolas, que, según ha precisado, conforman el 8% de los corredores y cuenta con el 32% de los "cuellos de botella" que necesitan restauración "urgente".

Además, el estudio revela que loa Montes de utilidad pública forman parte del 28% de los corredores pero solo tienen el 7% de los "cuellos de botella" de restauración, y que los espacios de la Red Natura 2000 presentan "cuellos de botella" con una frecuencia cinco veces menor que el territorio no protegido.

LAS MEJORES CONEXIONES EN LOS MACIZOS MONTAÑOSOS

En este contexto, Saura ha concluido que los corredores en mejores condiciones de conservación tienden a estar concentrados a lo largo de los principales macizos montañosos de la España peninsular, mientras que los puntos más frágiles tienden a travesar paisajes con un intenso uso agrícola y baja cobertura forestal.

Asimismo, de los resultados concluyen que aunque los espacios de la Red naturas 2000 presentan mejores condiciones para la conectividad que los situados fuera de la red, "no pueden considerarse" como áreas libres de limitaciones puesto que se han detectado "un cierto número" de cuellos de botella dentro de la misma.

El catedrático también ha resaltado que el estudio refuerza la idea de que debe adoptarse un enfoque nacional y suprautonómico a la hora de mantener y recuperar la conectividad del territorio, así como es necesario gestionar la conectividad bajo una "perspectiva supranacional", especialmente en el marco de la península ibérica".

Por último, con el fin de acabar "con el efecto isla" de los espacios protegidos españoles, del Olmo ha pedido a MAPAMA que incluya la propuesta en la Estrategia nacional para la Infraestructura Verde, Conectividad y Restauración Ecológica, que debe ser aprobada por el Gobierno en 2018 con el acuerdo de las comunidades autónomas.

"Con este mapa mostramos que la naturaleza tiene sus propias vías de comunicación, aunque nos empeñemos en ignorarlas. Al igual que sería imposible plantear una autopista o una vía de alta velocidad a través de un Parque Nacional. A partir de ahora debemos respetar y recuperar nuestras autopistas salvajes para asegurar el futuro de nuestra biodiversidad", ha expresado.

ESTRATEGIA ESTATAL DE INFRAESTRUCTURA VERDE PARA 2018

Por su parte, la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García Rodríguez, ha anunciado que España contará este año 2018 con una Estrategia Estatal de Infraestructura Verde y de conectividad y restauración ecológicas, que se encuentra actualmente en proceso de elaboración.

Así, lo ha definido como "un instrumento normativo que permitirá garantizar que la biodiversidad y los servicios ecosistémicos del conjunto del territorio sean integrados en la planificación territorial y sectorial".

Según ha explicado, el objetivo es marcar las directrices para identificar y conservar los elementos que componen la infraestructura verde del territorio español, terrestre y marino, para poder planificar, territorial y sectorialmente, por parte de las administraciones públicas, las actuaciones que aseguren la conectividad ecológica y la funcionalidad de los ecosistemas

Por ello, ante la petición de WWF de incluir su análisis en la Estrategia Estatal de Infraestructura Verde, García se ha mostrado consciente de la importancia de conectar los espacios que ya están protegidos aisladamente para incrementar la conservación de su biodiversidad.

"Aunque la fragmentación de los hábitats sea menos acusada en España, desde la perspectiva de la conservación de la biodiversidad es importante facilitar la dispersión y el tránsito de las especies, la migración de las poblaciones y el intercambio genético", ha apuntado para concluir que "las políticas decisivas para el bienestar de la población, como las hídricas, agrícolas, energéticas o de transporte, no pueden provocar un efecto barrera".