Deporte y mujer concilian cada año mejor. En España, en concreto, la visibilidad del deporte femenino en el primer plano informativo es una evidencia. Con su demostración de crecimiento competitivo, las mujeres parecen doblegar la enorme desigualdad que ha existido respecto a los hombres.

Cuatro ejemplos tinerfeños de ello son las protagonistas de reflexiones casi coincidentes en reivindicar el papel de la mujer en el deporte y las conquistas aún por alcanzar. Se trata de Míriam Santana, que el próximo fin de semana buscará otra medalla de oro nacional en muay-thai; Atenery Hernández, internacional y plata europea en halterofilia; Paula Hernández, jugadora del Balonmano Tejina de la División de Honor Plata, y María José Pérez, futbolista internacional del Granadilla Egatesa. Cuatro maneras de entender el deporte desde su realidad.

Míriam considera que "el papel de la mujer, evidentemente, no está valorado, ya que sin ir más lejos mi propio deporte lo demuestra: una mujer nunca tendrá el mismo ranquin ni cobrará lo mismo que un hombre". En su opinión, "no se valoran igual los triunfos, porque siempre se les da más protagonismo a los del género masculino, independientemente del deporte que se trate. ¿Cuántas veces ha salido el Egatesa en portada de un medio o de un programa, siendo un club de Primera División? ¿Y cuántas el Tenerife?". Paula Hernández, por su parte, coincide en afirmar que "se valora menos el esfuerzo que pueda hacer una mujer para llegar a conseguir su meta deportiva, y tendrá menos reconocimiento que si esta meta la tuviera un hombre".

Para María José Pérez, el papel de la mujer en el deporte "ha sido y sigue siendo como si no existiera para nosotras. Ha sido un hándicap que hemos tenido, pero no hemos perdido la ilusión de luchar por nuestro espacio, el que nos merecemos, como el que tienen los deportistas masculinos". La goleadora entiende que "el trato es totalmente diferente. No hablo de fútbol, sino de todos los deportes femeninos que van a Mundiales o a los Juegos, y la mujer no aparece salvo que logre algo grande".

Atenery entiende que se ha progresado en este campo. "El papel de la mujer hoy en día está mucho más valorado. Las mujeres estamos destacando, están saliendo más proyectos para la mujer". Y añade que ve "igualdad" y no discriminación. "Veo que valoran por igual los méritos de la mujer como los del hombre. En mi deporte yo no noto esa discriminación y nunca la noté".

Si entramos en el terreno del profesionalismo, de la retribución económica a las deportistas, Míriam considera que "económicamente está clarísimo que no hay igualdad. Es muy difícil llegar a ser profesional. En mi deporte, que es del que puedo hablar, en un 70% te tienes que costear tu propia carrera". Atenery piensa que "tanto a la mujer como al hombre, si tienen méritos, se les pagará por igual. Ser profesional en tu deporte y ser mujer no tiene nada que ver. Ahora mismo la imagen de nuestro deporte es una mujer (refiriéndose a Lidia Valentín); el equipo que tenemos es muy bueno y estamos consiguiendo grandes resultados. Tenemos las mismas oportunidades que los hombres para ser grandes profesionales de nuestro de-porte". Paula Hernández Rivero cree que "queda mucho trabajo para poder igualar económicamente a las mujeres con los hombres deportistas". La balonmanista tejinera entiende que no es esa la única discriminación, ya que, "sobre todo en los medios, lo masculino prevalece, aunque es verdad que en los últimos años se ha dado unpelín más de importancia al deporte femenino". María José tiene claro que "haciendo lo mismo no lo valoran igual: yo entreno las mismas horas que un hombre, juego en un equipo de Primera y tengo un sueldo como un trabajador más y gracias. Y eso que esta situación ha cambiado; hace dos años ni eso. Seguimos compaginando un deporte de alto nivel con un trabajo por las mañanas". La delantera asume que "no tenemos más salidas que trabajar, porque el fútbol se acaba y tu solo has podido vivir día a día".

Para Paula, el desarrollo profesional compatible con otras situaciones personales "depende del entorno, de la familia, de los entrenadores... Pero sí creo que si una niña decide dedicarse a algún deporte, mientras obtenga apoyo y se esfuerce, lo puede conseguir, aunque repito, hay veces en las que el entorno espera de una mujer o le exige otros roles que no son deportivos y creen que no pueden ser compatibles con el deporte de élite, en lo que estoy totalmente en desacuerdo".