El Papa Francisco ha instituido la fiesta de la Virgen María Madre de la Iglesia por un decreto en el que establece que la Iglesia católica celebrará su memoria el lunes después de Pentecostés.

"La gozosa veneración otorgada a la Madre de Dios por la Iglesia en los tiempos actuales, a la luz de la reflexión sobre el misterio de Cristo y su naturaleza propia, no podía olvidar la figura de aquella Mujer, la Virgen María, que es Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia", reza el decreto.

El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, fue el encargado de presentar este fin de semana el documento, que ordena la celebración y la inscripción de la memoria de la ''Bienaventurada Virgen María Madre de la Iglesia'' en el Calendario Romano General.

Sobre el motivo de la celebración, el cardenal Sarah ha hecho hincapié en que es descrito brevemente en el mismo decreto, "que recuerda la madurada veneración litúrgica a María tras una mejor comprensión de su presencia en el misterio de Cristo y de la Iglesia, como ha explicado el capítulo VIII de la Lumen Gentium del Concilio Vaticano II".

Además, recordando al beato Pablo VI, a san Juan Pablo II, y el magisterio de otros pontífices, el purpurado ha señalado que el Papa Francisco ha establecido esta celebración "considerando la importancia del misterio de la maternidad espiritual de María, que desde la espera del Espíritu en Pentecostés no ha dejado jamás de cuidar maternalmente de la Iglesia, peregrina en el tiempo".

Algunos países como Polonia y Argentina ya incluyen esta celebración en su calendario propio. Para estos casos, el decreto establece que "donde la celebración de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, ya se celebre en un día diverso con un grado litúrgico más elevado, según el derecho particular aprobado, puede seguir celebrándose en el futuro del mismo modo".