La compañía estatal marroquí Oficina Jerifiana de Fosfatos (OCP, siglas en francés), la mayor de Marruecos en volumen de negocios, se ha visto obligada a cambiar las rutas internacionales de exportación de fosfatos y derivados ante "las tentativas de acoso" del Frente Polisario.

Según dijo una fuente oficial de la OCP, la compañía ha cancelado por el momento la ruta que pasa por el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, y la del Canal de Panamá, en decisiones tomadas en ambos casos hace ya varios meses.

En los dos casos, jueces de estos dos países admitieron en un primer momento la demanda del Frente Polisario por un supuesto expolio del fosfato saharaui en la mina de Fosbucrá, en las cercanías de El Aaiún, y decretaron la inmovilización de barcos cargados de fosfatos saharauis y fletados por la OCP.

La retención del barco en Panamá fue corta, ya que un mes después de su inmovilización, el juez declaró que su tribunal no era el foro adecuado para dirimir un asunto político y que no había pruebas de que el cargamento perteneciese al demandante (el Polisario), por lo que permitió al barco continuar su camino hacia Canadá.

Distinta ha sido la suerte corrida en Sudáfrica, pues allí, tras diez meses de espera y de recursos, un tribunal falló que el fosfato en litigio dentro de un barco que iba a Nueva Zelanda pertenece al pueblo saharaui, y que, por tanto, las empresas marroquíes no tenían derecho a adjudicárselo ni a venderlo a terceros.

La fuente de la OCP explicó que la compañía quiere ante todo evitar "rutas de riesgo para el comercio internacional", y que por ello se rediseñan los itinerarios "siempre en concertación con los más de 40 armadores" con los que la compañía trabaja y con los que firma contratos anuales.

En este sentido, es probable que el Canal de Panamá vuelva a figurar en breve entre las rutas de la OCP, pero no así la ruta sudafricana, que "representa un riesgo mayor en términos de seguridad", ya que allí "los tribunales se arrogan competencias jurídicas que no tienen".

La fuente aclaró que el cambio de rutas no representa costos adicionales para sus clientes, que se encuentran en los cinco continentes, al ser la OCP el principal exportador mundial de fosfatos.

Concretamente, el grupo exporta 30 millones de toneladas anuales de fosfato y derivados e importa 5 millones en productos necesarios para la transformación del mineral, lo que le hace movilizar anualmente más de 6.000 barcos por todo el mundo.

El yacimiento de Bucráa produce 2 millones de toneladas anuales, según las cifras de la OCP, y es relativamente menor dentro de la producción total del grupo, pero representa uno de los principales recursos naturales en el territorio desértico del Sáhara Occidental, junto con la pesca.

El Frente Polisario viene utilizando en los últimos años la estrategia de denunciar "el expolio" de los recursos saharauis por parte de Marruecos, una estrategia que últimamente comienza a dar sus frutos.

El pasado martes, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea estableció que el acuerdo de pesca actual entre Marruecos y la UE no podía aplicarse en aguas del Sáhara al ser un territorio que no pertenece a la soberanía marroquí, y ello tras un recurso presentado en Gran Bretaña por una ONG aliada del Polisario.