La Sección 26 de la Audiencia Provincial de Madrid acoge este jueves el juicio contra Miguel Ángel D.B., acusado de intentar asesinar a su expareja de 47 años con tres puñaladas en plena calle del barrio de Lavapiés el pasado abril, pese a tener una orden de alejamiento.

El acusado, de 62 años, se enfrenta a una pena de 12 años de cárcel, tal y como solicita la Fiscalía Provincial de Madrid, que le imputa un delito asesinato en grado de tentativa. Por ello deberá responder ante el juez de la Audiencia Provincial a partir de las 10 horas de este jueves.

Como se recoge en el escrito de acusación del fiscal, el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 3 de Madrid dictó el pasado 23 de marzo una orden de alejamiento a Miguel Ángel D.B., que fue anulada dos semanas más tarde por el Juzgado de lo Penal número 35 de Madrid.

Ya sin ninguna orden de alejamiento vigente, sobre las 21.45 horas del 8 de abril el acusado, siempre según la Fiscalía, fue al encuentro de su expareja y cuando estaba a su altura, en la calle Tribuleta del barrio de Lavapiés, se acercó a ella "sorpresivamente", sujetándola por el brazo para acto seguido asestarle tres puñaladas en el cuello con un cuchillo de cocina sin que la víctima "tuviera capacidad de defensa".

La intervención de varias personas que se encontraban por la zona, y que lograron retenerle, impidió que el agresor pudiera causar más heridas a su expareja, según detalló la Policía.

A la llegada de los agentes, la mujer presentaba varios cortes superficiales en el cuello y fue trasladada con pronóstico reservado al Hospital Fundación Jiménez Díaz, donde fue intervenida quirúrgicamente, aunque se encontraba estable. El agresor fue detenido y trasladado a la comisaría del distrito Centro.

El fiscal añade que, "dada la naturaleza y características de las lesiones sufridas, así como su ubicación", la mujer podría haber muerto "de forma inmediata" si no llega a recibir la asistencia médica de urgencias.

Tras la supuesta agresión, vecinos del barrio madrileño convocaron una concentración en la plaza de Lavapiés para apoyar a la víctima y como condena de este caso.