Las mujeres que secunden la "huelga de cuidados" convocada en el marco de una movilización general prevista para el 8 de marzo colgarán un delantal de su ventana o balcón para indicar que ese día no se encargarán de las tareas del hogar y la atención a personas dependientes en protesta por la falta de reconocimiento y visibilidad de este trabajo no remunerado.

El de cuidados es uno de los cuatro ejes en que se articula la convocatoria de huelga impulsada en el Día Internacional de la Mujer por el Movimiento Feminista, una jornada en que por primera vez en la historia, los sindicatos han respaldado y legalizado paros dirigidos a denunciar la falta de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la violencia que éstas sufren y la mayor carga que soportan en casa.

Con el lema "si nosotras paramos, se para el mundo", se llama a las mujeres a dejar de realizar todas esas labores de planificación, gestión y atención del hogar y sus suministros durante la jornada, así como a eludir los cuidados de personas dependientes que no sean imprescindibles a fin de que los hombres asuman estas responsabilidades y sean así conscientes de hasta qué punto ellas cargan con todo.

"Los cuidados siempre han sido invisibles y no se han tomado en cuenta como una forma de sostener la vida de las personas, está en el ámbito privado, no se habla de ello", cuenta a Europa Press la vocera de Territorio Doméstico en la Comisión 8 de Marzo, Rafaela Pimentel.

Explica que "los hombres no se han hecho cargo nunca de esa responsabilidad que también les toca" y a las mujeres se las ha "educado para mantener ese rol". Reconoce que "se han dado pequeños pasos pero sigue sin ser responsabilidad de ellos el cuidar y hacer esas tareas".

Según el INE las mujeres dedican 26,5 horas semanales a actividades de trabajo no remunerado, como el cuidado de la casa y los hijos, frente a las 14 horas que a lo mismo, destinan los varones.

ELLAS DEDICAN CUATRO HORAS Y MEDIA AL DÍA

La OCDE afina y calcula la diferencia en minutos por día: Ellas emplean 258,1; cuatro horas y media de lunes a domingo para ocuparse del hogar y de los dependientes que lo habitan. Ellos, por contra, destinan 153,9 minutos a estos fines, algo más de dos horas y media.

El mayor esfuerzo que realizan las mujeres en el hogar les pasa factura en el mercado laboral lastrando su progresión o empujándolas al empleo a tiempo parcial. Un informe de UGT explicaba este mes de febrero que los complementos salariales son una de las causas de la brecha salarial, pluses que en muchos casos están asociados a una disponibilidad que las mujeres no tienen.

Pimentel colgará el mandil en la ventana, igual que harán, según afirma, varias vecinas de su edificio. Sabe que sólo es un símbolo y que no será indicador de mayor o menor participación, pero en su opinión, lo importante de esta huelga no son las cifras, sino el proceso que gracias a la movilización, se abra después.

"No queremos resultados con números de la huelga, queremos que el proceso sirva para preguntarnos qué está pasando. No queremos que ese día los hombres hagan un montón de cosas y ya nunca más, sino que haya una reflexión. Que los vecinos, las vecinas, pensemos por qué estamos haciendo un trabajo tan importante como es sostener la vida sin que pase nada", apunta.

EL CUIDADO COMO UN DERECHO

De esa reflexión espera que nazcan medidas que mejoren la vida de las personas y destaca entre ellas que el Estado asuma los cuidados como un derecho de los ciudadanos y provea esos servicios como hacen ya mediante ayudas económicas países como Francia o Islandia.

"Se está dejando a las familias hacer este trabajo en soledad, cuando en otros países se aporta económicamente para que puedan cuidar, para que las mujeres no tengan que dejar de trabajar para encargarse. El Estado sí puede hacer montones de cosas y una de ellas es ver las buenas prácticas de otros países y que se puedan hacer aquí", añade.