La neuropsicóloga Susanna Esteba advirtió el viernes pasado de los conflictos que tienen los expertos para evaluar y tratar a los pacientes con discapacidad con los recursos actuales disponibles. Hizo esta llamada de atención en una jornada celebrada en la sede de Presidencia de Gobierno en la que distintos expertos abordaron las alteraciones en la salud mental. "El problema del evaluador al tratar con personas con discapacidad es el cómo comunicar, cómo explorar, saber si hay o no entendimiento, y qué administrar", señaló la especialista.

Esa carencia se materializa, entre otras cosas, por las dificultades que existen a la hora de evaluar a las personas con discapacidad. "La mayoría de los test que hay no son útiles para las personas con discapacidad intelectual", porque se usan los mismos que para personas que no tienen ninguna patología.

Además, Esteba dijo que el conflicto deriva en que, en muchas ocasiones, los informes indican erróneamente en que "el paciente no colabora". Esto sucede porque "la persona que está administrando el test no sabe qué tiene qué buscar y qué administrar", pero enfatizó que "el paciente sí colabora".

Por ello, resaltó la importancia de que la evaluación se realice atendiendo los perfiles y niveles cognitivos del grupo a evaluar. Explicó que es un error estudiar grupos de control que no tienen las mismas características, en los que el desarrollo y las capacidades no son equiparables. En otras palabras, no se pueden comparar grupos de personas con discapacidad intelectual con otros que no padecen estas patologías.

La neuropsicóloga también aprovechó su intervención para esclarecer el mito sobre el envejecimiento de las personas con síndrome de Down. Aseguró que numerosos estudios han dejado en evidencia que la atención sanitaria a los pacientes de Down no es igual a la del resto, lo que explica que haya un envejecimiento precoz. Se ha verificado que "a medida que las personas con Down envejecen haya un exceso de consumo de fármacos, sobre todo los neurolépticos". Por eso, estas personas normalmente no tienen crisis epilépticas.

"El objetivo de la charla es señalar que hay una serie de personas con discapacidad intelectual que van a envejecer y se van a demenciar antes", expresó. Y subrayó que las exploraciones cognitivas van a indicar que hay que cambiar y adecuar los planes de intervención en función del deterioro de estos pacientes.