Barclays registró una pérdida atribuida de 1.922 millones de libras (2.179 millones de euros) en 2017, que contrasta con los 1.623 millones de libras (1.840 millones de euros) de beneficio atribuido que obtuvo en 2016, informó hoy la entidad británica, que resaltó que su ganancia bruta, no obstante, subió el 10 %.

En un comunicado remitido hoy a la Bolsa de Valores de Londres, la entidad bancaria británica precisó que el beneficio antes de impuestos alcanzó en 2017 los 3.541 millones de libras (4.015 millones de euros), frente a los 3.230 millones de libras (3.662 millones de euros) del año anterior.

Barclays señaló que en su pérdida atribuida se incluyen los números rojos por valor de 2.525 millones de libras (2.863 millones de euros) relacionadas con la venta de su división africana BAGL y una carga fiscal de 901 millones de libras (1.021 millones de euros).

Los ingresos totales llegaron en 2017 a 21.076 millones de libras (23.900 millones de euros), un retroceso del 2 % con respecto a un año antes.

En cuanto a la solvencia, el ratio Tier 1 -recursos propios básicos- se situó en 2017 en 13,3%, frente al 12,4% el año anterior.

El ratio préstamos-depósitos fue del 80 % el año pasado frente al 89 % en 2016.

El consejero delegado de la entidad, James Staley, ha señalado que 2017 fue un año de "considerable progreso estratégico", con la venta de su división en África y con una cartera de negocios rentables, que permiten generar importantes ingresos.

El directivo ha manifestado que el banco está bien situado para generar exceso de capital y que tiene intención de devolver una gran proporción de ese capital a los accionistas en forma de dividendos.

El banco, además, señala que el voto a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea ("brexit") ha creado incertidumbre política con consecuencias para la confianza de los inversores.

Subraya también que el aumento del precio de las importaciones, por la depreciación de la libra esterlina, puede tener un impacto en los ingresos de los hogares y la posibilidad de éstos de hacer frente a hipotecas y préstamos, algo que puede afectar a las empresas que dependen del consumidor para sus ingresos.