El acusado de causar graves quemaduras a un niño de tres años cuando le duchaba con agua muy caliente se ha declarado este viernes inocente y ha asegurado que "a día de hoy no se explica lo ocurrido". "No se como el niño no se quejó en ningún momento", ha repetido en dos ocasiones.

La Fiscalía del Principado de Asturias pide para él una condena de dos años de prisión además de una indemnización por las lesiones y secuelas. El juicio se está celebrando este viernes en el Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo.

El día de los hechos la madre del niños tuvo un accidente por lo que fue el acusado el que acudió a recoger al pequeño al colegio, algo que ya había hecho en anteriores ocasiones. Eran ya las ocho de la tarde, según el relato del acusado y de la madre del pequeño, cuando esta última dejó el coche en carga y descarga para recoger a su hijo que ya se había bañado con los dos hijos del acusado y estaban a punto de cenar por lo que decidieron quedarse a dormir allí.

Sobre las doce de la madrugada la madre del niño bajo a aparcar bien el coche y fue en ese momento, en su ausencia, cuando el pequeño tuvo el episodio de diarrea que provocó que el acusado decidiera darle una ducha. Ha relatado que según recuerda fue el quién abrió el grifo y tan solo lo dejo solo unos segundos para ir a por una muda limpia.

Después lo vistió y se fueron a jugar a su habitación hasta que llegó la madre a los 15 o 20 minutos. En esos momentos "el niño no lloro, ni se quejó, y no le noto absolutamente nada raro", declaró el acusado. En otro orden de cosas, tanto el acusado como la madre del niño han negado de manera rotunda que tuviesen una relación sentimental.

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