Los niños que más injusticias "offline" sufren son también las principales víctimas del ciberacoso y los discursos de odio en internet, especialmente los de la comunidad gitana, el colectivo LGTB y los de origen migrante, un hecho que no hace más que perpetuar los estereotipos y dificultar su integración.

Y son precisamente ellos los que padecen las mayores dificultades de acceso a la red, según el informe "Los niños y las niñas de la brecha digital en España" presentado ayer por Unicef Comité Español, en el que destaca que la variable que más influye en el uso de internet de estos chicos es el estatus socioeconómico de sus familias.

En España, el 95% de los menores de entre 10 y 15 años usa internet, pero aún existen 300.000 que no ha utilizado un ordenador y 140.000 que no han tenido un solo contacto en la red en los tres últimos meses, recordó Maite Pacheco, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Unicef.

Dos de cada diez niños de etnia gitana no tienen internet en casa por motivos económicos; son ellos los que más obstáculos encuentran porque, aunque suelen disponer de móviles, carecen de ordenador o conexión.

Son, además, "la minoría más discriminada en España, y eso tiene su reflejo en las redes sociales", enfatizó Ana María Segovia, técnica del Departamento Internacional de la Fundación Secretariado Gitano, quien tuvo "la suerte" de tener internet en casa "en función de las notas que sacaba".

Los no tan afortunados "se ven fuera del proceso formativo" e incluso pierden la oportunidad de socializar a través de las redes sociales, en las que los miembros de su comunidad son diana de insultos y comentarios racistas.

Lo mismo ocurre con la infancia LGTB, de la que un 15 % sufre ciberacoso a diario; es el caso de Gabriel Díaz, a quien internet le sirvió para "buscar mucha información médica" y testimonios de otros chicos en su situación, pero también le convirtió en el centro de amenazas y vejaciones en su cuenta de Instagram, algo que no le había sucedido nunca en el "cara a cara".