La hasta ahora eurodiputada Viorica Dancila se convirtió hoy en nueva primera ministra de Rumanía gracias a los votos de socialdemócratas y sus socios liberales, mientras la oposición y el presidente mostraron su preocupación por una reforma legal que puede afectar a la independencia judicial.

La socialdemócrata Dancila logró el voto favorable de 282 diputados, mientras que 136 votaron en contra y uno se abstuvo, lo que convierte a esta eurodiputada de 54 años en la primera mujer que dirige el Gobierno del país balcánico.

En su discurso de investidura, la primera ministra se comprometió a continuar con el programa socialdemócrata que prevé aumentar pensiones y salarios, con el objetivo de que "los jóvenes no abandonen el país y aquellos que ya se marcharon deseen regresar".

Prometió subir el salario mínimo neto de los actuales 200 euros mensuales hasta 300 euros en 2020 y aumentar el gasto en infraestructuras.

Dancila es la tercera primera ministra de Rumanía en menos de un año, después de que el Partido Socialdemócrata (PSD) forzara la dimisión de sus dos jefes de Gobierno anteriores, Sorin Grindeanu y Mihai Tudose, por desacuerdos con el líder socialdemócrata, Liviu Dragnea.

Dragnea no puede ser primer ministro debido a una inhabilitación de dos años por una condena por fraude electoral y la oposición le acusa de impulsar iniciativas legislativas que pretenden entorpecer el trabajo de la Fiscalía Anticorrupción.

Las diferencias sobre esas iniciativas estarían detrás de la dimisiones de los dos anteriores jefes de Gobierno.

La Comisión Europea ha mostrado su preocupación por la independencia judicial en el país balcánico después de que el Parlamento aprobara en diciembre una ley que puede limitar la capacidad de los jueces y poner cortapisas a la Fiscalía Anticorrupción.

Esa polémica normativa aún debe ser promulgada por el presidente rumano, Klaus Iohannis, que todavía no ha confirmado si la ratificará.

"Existe una línea roja que los gobernantes no pueden cruzar. Afectar la independencia de la justicia es inaceptable", afirmó hoy el presidente después de que asumiera el cargo la nueva jefa del Ejecutivo.

En las últimas semanas se han producido manifestaciones multitudinarias para demandar la dimisión del Gobierno rumano por esos cambios legislativos y la oposición demanda que se convoquen nuevas elecciones.

"La coalición (de Gobierno) no debe ignorar la señal de cientos de miles de rumanos que continúan apoyando en la calle el Estado de derecho", demandó el presidente.

La oposición teme que los socialdemócratas quieran debilitar la independencia judicial y especialmente a la Fiscalía Anticorrupción, una institución cuyas investigaciones han permitido procesar y encarcelar a cientos de políticos, entre ellos a numerosos altos cargos del PSD.

La fiscal jefe anticorrupción, Laura Codruta Kovesi, aseguró hoy en una entrevista con la agencia Agerpress que si la reforma entra finalmente en vigor se dificultará la investigación de altos cargos.