Desde la pescadera del pueblo hasta el cabrero, el tendero o los artistas, para todos los vecinos de Bustarviejo hay hueco en el álbum de cromos de la localidad, que un grupo de nostálgicos ha creado para recoger su historia en un cuaderno que muchos guardarán como un tesoro.

Se trata de una iniciativa para la que se ha fotografiado a centenares de personas y lugares emblemáticos de este pueblo de la sierra madrileña en el que habitan 2.370 personas.

La asociación Bustarviejo en Marcha e Indeleble Comunidad Artística ha hecho realidad su particular ''juego de cromos'', una idea que quiere seguir perfeccionando en años venideros e inédita en España, según este colectivo.

El proyecto lleva años gestándose en la mente de Mariano Rabadán, uno de los impulsores del álbum, inspirado en una idea similar que vio en un pueblo de La Pampa argentina hace 14 años. Ahora, casi tres lustros después, tiene su versión Bustarviejo, para lo que ha contado con el apoyo y la participación vecinal.

En declaraciones a Efe, Rabadán ha explicado que aunque en los últimos años ha crecido el número de "forasteros" en el municipio atraídos por su tranquilidad y aire limpio, la mayor parte de los residentes de Bustarviejo lleva toda la vida viviendo allí, creando una gran familia y unos lazos de unión más propios de una comunidad de vecinos que de una ciudad.

En ese entorno en el que todos se conocen y las relaciones son más estrechas, se espera que la iniciativa les una todavía más y permita que se sientan representados.

Para ello han sido seleccionadas alrededor de 200 personas, especialmente los de más edad, los comerciantes y los más populares entre los vecinos.

No obstante, Rabadán ha reconocido que en esta primera edición han querido ser "precavidos" y no desbordar la inversión de dinero en el proyecto, que ha salido adelante gracias a la ayuda de los comerciantes y lugareños que a título individual han querido respaldar esta especie de retrato intergeneracional.

Para ello, se han impreso 170 álbumes que empezarán a venderse este mismo fin de semana -la presentación del álbum está prevista a las seis de la tarde de este sábado en la biblioteca municipal- a un precio de 10 euros que incluye tres sobres con cromos.

Sin embargo, y pese a que hasta ahora el resultado final solamente ha sido visto por los promotores y algunos comerciantes, la acogida y la expectación es tal que no se descarta tener que encargar, más pronto que tarde, una segunda edición.

Los protagonistas, ahonda Rabadán, han sido agrupados por familias, figurando el grupo de los artistas, los mercaderes, el claustro o las cortes.

Un lugar especial ocupan los ''guardianes del legado'', personas que llevan toda la vida viviendo y trabajando en Bustarviejo. Es el caso de Félix, un jubilado que ha sido cabrero desde que tenía siete años; Asun, quien fue maestra tanto en la escuela vieja como en la nueva, o Pepe, el conserje de los centros educativos.

En esta edición apenas se ha retratado a niños por una cuestión de tiempo con los permisos paternales. Sin embargo, y puesto que el objetivo es que el álbum adquiera un carácter anual y salga uno nuevo en 2019, se prevé que el año próximo los pequeños ocupen un espacio relevante.

No obstante, los menores sí han jugado un papel importante en la creación del proyecto al participar en el diseño de las páginas y sugiriendo aportaciones que se han plasmado en el resultado final.

Además de los lazos ya existentes, el objetivo del proyecto es conseguir fondos para llevar adelante actividades culturales que ahora no se desarrollan en el pueblo por falta de presupuesto. Es decir, resume Mariano Ramadán, que esta idea que define a los vecinos de Bustarviejo repercuta también en la propia comunidad.