El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva aseguró hoy que aunque sea condenado el próximo 24 de enero, cuando está previsto el juicio en segunda instancia por corrupción, su "tranquilidad va a continuar".

El exmandatario, de 72 años, reiteró su inocencia durante un acto con intelectuales y artistas en Sao Paulo y afirmó que si el Tribunal Regional de la 4ª Región (TRF4) comprueba que cometió "algún crimen" pedirá "disculpas" a la militancia.

El tribunal de segunda instancia tendrá que decidir la próxima semana si ratifica o no la condena a nueve años y medio de prisión que le fue impuesta por corrupción pasiva y lavado de dinero en un caso relacionado con la trama destapada en la petrolera estatal Petrobras.

"Nunca os pondría en esta lucha si estuviese escondiendo alguna cosa", sostuvo el exjefe de Estado, dirigiéndose a sus simpatizantes.

Durante el acto, Lula, quien lidera todas las encuestas de intención de voto de cara a las elecciones del próximo octubre, le pidió a la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, que, independientemente del sentido de la sentencia del TRF4, esa formación le nombre candidato a las elecciones presidenciales de octubre.

"Si el partido acepta el desafío de tenerme como candidato, van a tener un candidato lleno de energía y de fuerza para luchar mucho por este país", agregó el expresidente.

En caso de ser condenado en segunda instancia, la eventual candidatura de Lula podría quedar inhabilitada, aunque la última palabra está en manos del Tribunal Electoral.

La legislación brasileña, además, establece que un condenado en segunda instancia no tiene derecho a la libertad condicional, por lo que Lula puede ser objeto de una orden de encarcelamiento cuando no cuente con más recursos judiciales para intentar revertir la posible condena.

"Yo pienso que quien roba tiene que ir a la cárcel y ellos (los magistrados) saben que yo pienso así y saben que las mentiras tienen las piernas cortas", agregó Lula.

Lula, con siete causas abiertas en la Justicia, la mayoría relacionadas con el caso Petrobras, lidera las encuestas y es, por ahora, el único aspirante con posibilidades con el que cuenta el PT.

Una encuesta elaborada por la firma Datafolha otorgó el mes pasado a Lula el 34 % de las preferencias en la primera vuelta y una victoria aplastante, con alrededor del 50 % de los sufragios, en la segunda vuelta contra cualquiera de los posibles adversarios.