Destacadas personalidades del Partido Socialdemócrata (SPD) alemán se han movilizado a favor del preacuerdo de coalición alcanzado por su líder, Martin Schulz, con la canciller Angela Merkel, frente al propósito de las Juventudes de la formación de bloquearlo en el congreso federal del domingo.

Unas cuarenta figuras de peso, entre representantes de los "Länder" y varios exlíderes de las Juventudes -los "Jusos"-, han suscrito un documento titulado "Por responsabilidad hacia Alemania y hacia Europa", en el que se recomienda apoyar la apertura formal de negociaciones para una gran coalición.

Entre los firmantes están la excandidata a la presidencia del país por el SPD Gesine Schwan; el exjefe del partido y ex primer ministro de Brandeburgo Matthias Platzeck; así como el expresidente del Bundestag (Parlamento federal) Wolfgang Thierse.

Suscriben asimismo el documento tres antecesores del actual líder de los "Jusos", Kevin Kühnert, entre ellos Nils Annen, actualmente representante del ala izquierda del partido.

Annen estuvo entre quienes inicialmente criticaron el preacuerdo, presentado hace una semana por Schulz, Merkel y el líder conservador bávaro Horst Seehofer, y exigieron renegociar parte de sus contenidos.

Ahora, en cambio, ese sector aboga por abrir conversaciones para un pacto de coalición y luchar en esa definitiva fase de negociación por introducir algunas mejoras.

El SPD logró imponer en el preacuerdo algunas de sus propuestas sociales, pero no cuestiones esenciales para parte del partido, como un aumento impositivo a los ingresos más altos o la implantación de un sistema sanitario más igualitario que el actual.

Frente a ellos, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) sí hizo prosperar sus principales exigencias, como una serie de restricciones en política migratoria.

El preacuerdo será sometido al visto bueno del congreso del SPD que se celebrará este domingo en Bonn, donde se anuncia una fuerte controversia entre la línea de Schulz y el líder de los "Jusos", de 28 años.

La postura de Kühnert ha calado más allá de la militancia de las juventudes, de las que forman parten unos 70.000 miembros del cerca de medio millón de militantes de base del SPD.

Kühnert ha insistido estos días en que no pretende forzar la convocatoria de nuevas elecciones, sino que existe la alternativa de un gobierno en minoría de Merkel con apoyos parlamentarios puntuales de otras fuerzas.

La división interna en el SPD ha hecho caer de nuevo en los sondeos a la formación de Schulz, que en las últimas elecciones, el 24 de septiembre, se hundió en su mínimo histórico del 20,5 %.

La encuesta semanal del instituto demoscópico Forsa le augura ahora el 18 %, mientras que la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y la CSU bávara suben un punto respecto a sus resultados en las generales, hasta el 34 %.

Escalan posiciones, asimismo, Los Verdes, a los que se pronostica un 12 %, frente al 8,9 % obtenido en septiembre, mientras que el Partido Liberal (FDP) cae al 8 %, casi tres puntos por debajo de sus resultados en los comicios.

Al FDP se le responsabiliza del fracaso de las primeras negociaciones de coalición entabladas por el bloque conservador de Merkel, que intentó gobernar con ellos y con los Verdes.

Tanto la Izquierda como la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), las dos formaciones excluidas por Merkel para cualquier tipo de alianza, se mantienen en los niveles de entonces, sobre el 10 y el 12 %, respectivamente.