La Audiencia Provincial de Cantabria juzga este miércoles a un hombre acusado de abusar de su sobrina de tres años, grabarlo y guardarlo en su móvil junto a 3.755 archivos digitales con imágenes de menores desnudos o manteniendo relaciones sexuales, hechos por los que el fiscal pide 22 años de cárcel para este presunto pedófilo.

El Ministerio Fiscal también le acusa de tratar de compartir a través de Twitter cuarenta fotografías de menores de edad desnudas, algo que detectó la propia red social, que lo puso en conocimiento de una ONG estadounidense, que a su vez lo comunicó a las autoridades españolas.

Según el escrito del Ministerio Fiscal, el supuesto abuso sexual sobre su sobrina se produjo en la tarde-noche del 22 de agosto de 2015 cuando el hombre se encontraba al cuidado de la pequeña en la casa en la que él vivía en Colindres junto a los abuelos de la niña.

Ese día la menor se quedó a dormir en la vivienda y compartió habitación con el acusado, momento que el hombre "aprovechó" para realizarle tocamientos en los pequeños y en sus genitales, algunos con su pene.

Ya a la mañana siguiente, y siempre según el relato de hechos del fiscal, el hombre se masturbó y eyaculó sobre la pequeña.

Además, el acusado grabó dos vídeos y realizó más de 40 fotos realizando estas acciones.

En cuanto a los archivos de contenido pedófilo, el escrito de acusación del fiscal señala que el acusado los tuvo almacenados en su teléfono móvil entre agosto de 2013 y enero de 2017.

Al parecer, en ellos se podía ver a menores "de muy corta edad desnudos y exhibiendo sus órganos genitales o manteniendo relaciones sexuales con personas adultas "mucho mayores que ellos".

DELITOS Y PENAS

El Ministerio Público considera que al acusado autor de dos delitos de corrupción de menores, uno por poseer pornografía infantil con finalidad de distribución, y otro agravado por elaborar pornografía con su sobrina, y de uno continuado de abusos sexuales.

Por todo ello, la suma de las penas solicitadas asciende a 22 años y medio de prisión, así como una medida de libertad vigilada de 30 años a ejecutarse tras su puesta en libertad.

Además, el fiscal solicita que se le inhabilite para la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento durante 18 años, así como para ejercer cualquier profesión relacionada con menores durante 37 años.

También pide que se le condene a mantenerse alejado y a no comunicar con su sobrina durante 16 años.

Además, le reclama el pago de una indemnización para los padres de la menor de 30.000 euros para cada uno de ellos por el daño moral ocasionado.

Por su parte, la defensa del acusado muestra su "absoluta disconformidad" con los hechos que se relatan en el escrito de la Fiscalía y asegura que están basados "en una serie de suposiciones y afirmaciones falsas y totalmente infundadas".

Sostiene que los hechos que ocurrieron no constituyen delito y por tanto no cabe imponer pena.

El juicio se celebrará, a partir de las 9.30 horas, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria.