Más de cuatro siglos de historia y tradición avalan la advocación del tercer municipio de Tenerife -por censo- a San Antonio Abad. Y como ocurre cada año, ayer fue la jornada en la que el Sur inició su calendario de romerías, de esas verdaderamente tradicionales y en la que la escena (calles, viviendas, vehículos, animales, humanos...) estuvo adornada para la ocasión. Trajes típicos (o no tanto, pero que daban el pego), aroma a carne de cochino (sobre todo), de conejo, de cabra y de vaca, a las yuntas que abrieron el cortejo y por las que hubo que demorar media hora el inicio del recorrido (se averió el camión que las transportaba); el sonido fue el de las parrandas y grupos folclóricos, tal y como estaba previsto, tanto municipales como invitados; el clima, casi el ideal: nublado, frío y llovizna. Ideal para el escaldón, el vino, la barbacoa y el baile. La romería de San Antonio Abad ayer transitó por las calles El Calvario, Domínguez Alfonso, La Luna y Duque de la Torre, del casco urbano aronero.

Miles de personas acompañaron al santo patrón de Arona. La jornada comenzó en torno a las diez y media de la mañana con la misa cantada por la Parranda Chasnera, en la parroquia de San Antonio Abad. Entre quienes cargaron la imagen del santa para transportarlo hasta su lugar de honor en la romería estuvo José Julián Mena, el alcalde.

Durante las primeras horas del día llegaron a Arona miles de personas para participar en un encuentro "íntimamente ligado al campo y al sector primario". Muchos vecinos, sí, pero muchísimos turistas, también. Llegaron tanto en vehículos particulares como en el transporte público y gratuito facilitado por el área de Fiestas del Ayuntamiento de Arona desde los principales núcleos turísticos, con el objetivo de dar a conocer la festividad entre miles de potenciales visitantes extranjeros interesados.

Uno de los momentos singulares de esta romería, la primera del año en el sur de Tenerife, fue el de la bendición de los animales (caballos, cabras, ovejas...), uno de los motivos a los que se atribuye el origen de esta tradición.

En la romería de San Antonio Abad de Arona se respeta la tradición de acudir ataviados debidamente (siempre hay quienes aportan algún cambio a la vestimenta) y la de "vender" la fiesta como "algo propio, que aunque se ve en muchos sitios, aquí se hace como debe ser".

Carretas y carrozas completaron el recorrido de esta ancestral romería en honor de San Antonio Abad, que los aroneros suelen concluir en la plaza del Santísimo Cristo de la Salud con un gran baile de tarde y de noche, ayer amenizado por la orquesta Wamampy el por el grupo Aparranda2.