El año ha comenzado con abundantes precipitaciones en todo el país, muy superiores a lo normal en los primeros días de enero, después de que 2017 vaya a quedar en los registros como el año más cálido desde 1965 y como el segundo más seco.

De hecho, las intensas lluvias y nevadas de los últimos días de diciembre y los primeros días del año han reducido el déficit hídrico que se acumula en España desde hace meses en casi diez puntos (del 45 al 35%).

Durante los primeros días de enero, esas precipitaciones han sido generalizadas en toda la península, excepto en el norte de Castilla y León, el este de Castilla-La Mancha y Andalucía, así como en la zona de Levante, según los datos recopilados en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Así, se han acumulado cantidades superiores a los diez litros por metro cuadrado en la mayor parte de Península y en los archipiélagos, y se han superado los 30 litros por metro cuadrado en toda la mitad oeste de Andalucía, los sistemas central e ibérico y en toda la franja norte peninsular, que abarca desde Galicia hasta Gerona.

Destacan los 100 litros por metro cuadrado que se han superado en puntos aislados de las provincias de Pontevedra y La Coruña, en áreas de Cantabria y al norte de Guipúzcoa y Navarra.

Los datos de la Aemet están actualizados al día 11 de enero, y no reflejan todavía las últimas e intensas lluvias que provocaron inundaciones en muchos puntos del País Vasco.

Los datos de los primeros días de enero contrastan con los del año 2017, especialmente cálido y seco, y que ha propiciado un continuo descenso del agua embalsada, y que ha agravado la situación de sequía.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente valora las lluvias de enero y observa que estas precipitaciones han permitido pasar de un déficit hídrico del 44,9% al 35,5%, y subraya que el agua será muy positiva para el campo y especialmente favorable para el crecimiento del cereal.

Desde el Departamento que dirige Isabel García Tejerina se incide, sin embargo, en la importancia de mantener la alerta porque aún se pueden plantear todos los escenarios posibles. Para paliar la sequía, el Gobierno ha impulsado durante los últimos meses un paquete de obras de emergencia en distintos puntos.