La sociedad portuense ha acogido entre la incredulidad y un moderado optimismo el anuncio del Cabildo de Tenerife de que el ansiado muelle saldrá a licitación antes de que termine 2018. Tras décadas de anuncios y proyectos frustrados, la desconfianza es mayoritaria, aunque algunos agentes sociales no ocultan cierta ilusión ante la posibilidad de que, por fin, este proyecto pueda salir adelante.

Después de tantos años de espera y frustración, la confianza de la sociedad portuense está bajo mínimos. En una reciente encuesta realizada a través de la web de El Día (www.eldia.es), el 73% de los encuestados respondió que no creía que la obra del muelle se vaya a licitar este año, contra un 27% que opina que sí es posible.

Echar un vistazo a las redes sociales tampoco invita al optimismo. Son mayoría los comentarios negativos y los vaticinios pesimistas.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Punta Brava, Carmelo Encinoso, reconoce que "cuando se vean las palas y los camiones, empezaremos a creer en el puerto. Hasta que no se vea movimiento en la zona, nadie en el Puerto de la Cruz se va a creer nada".

"Los vecinos hablan poco del proyecto. Comentan alguna noticia, pero han sido muchos años, muchos plazos y muchos proyectos. Llevamos más de 40 años hablando del puerto. Al vecino le preocupan más otras cosas, del día a día, porque lo del muelle se ve aún como algo ficticio", sentencia Encinoso.

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Las Dehesas, Julia Luis López, también considera que la ciudadanía portuense desconfía: "Claro que hay ilusión en que se haga, por fin, un puerto, pero la forma en la que se haga al final también es importante y también preocupa. La gente no está por la labor de que sea un puerto sólo deportivo, quieren un muelle de fundamento".

El presidente de la Asociación de Empresarios de la Zona Centro del Puerto de la Cruz, Santiago Estévez, señala que lo del muelle es "como el cuento del lobo, tantas veces se ha anunciado que ahora no hay una respuesta entusiasta. Cuesta mucho creerlo".

"Que se hagan cosas en esta ciudad siempre es positivo, pero hay mucha más preocupación por cuestiones como cuidar lo que ya tenemos. Si viene más, mejor, pero sin abandonar lo que ya existe", subraya este dirigente empresarial.

"Es muy importante para el Puerto de la Cruz que por pensar en un futuro mejor no se olvide el presente de esta ciudad -advierte Estévez-. El muelle no puede hacer olvidar el día a día del Puerto de la Cruz. Porque nosotros vivimos del presente, no del futuro".

El vicepresidente de la patronal hotelera Ashotel, Enrique Talg, considera que todas las modificaciones planteadas al proyecto "serán para bien, y estarán calculadas y estudiadas". Recuerda que los hoteleros "nunca han apostado por un puerto comercial", ya que no quieren más tráfico ni contenedores en la zona. "Tampoco queremos que atraque el Queen Mary, nos basta con la llegada de pequeños cruceros", matiza.

"Nosotros no vendemos atraques, sino camas -recuerda Talg-, pero no cabe duda de que un puerto sería un aliciente, un revulsivo y un imán para este municipio".

A Talg le preocupa que no se cumplan los plazos de la obra y aboga por incluir cláusulas que penalicen los posibles retrasos en los trabajos. Cree que, pese a todo, existe "un optimismo moderado" y "buenas sensaciones", ya que "se está intentando que el muelle sea una realidad y vemos muchas sinergias".