El área de Servicios Públicos de la capital concluyó hace unos días la reparación de un muro que se había convertido en un quebradero de cabeza para vecinos de Tío Pino.

Afectado por filtraciones, parte de los bloques originales y del encalado habían caído al callejón interior y a espacios comunes de los bloques de edificios comprendidos entre las calles del Mencey y Campofrío, que pertenecieron en su momento a la compañía Disa.

El muro en cuestión, en cuya reparación el área que preside el concejal Dámaso Arteaga ha invertido casi diez mil euros, mide unos setenta metros y discurre paralelo a la calle Santa Bárbara, vía que une la carretera general del Rosario y la calle los Sauces.

Los trabajos de reparación de la citada instalación consistieron en un refuerzo del hormigonado y en un nuevo enfoscado.