Operarios de la empresa propietaria de la atracción infantil en la que resultó herida leve una niña la tarde del pasado jueves procedieron ayer a desmontar la instalación, que tenía permiso hasta el día 2 y que estaba ubicada en la plaza de La Candelaria. Tras el incidente, agentes de la Policía Local de Santa Cruz habían procedido a precintar la atracción por prevención.

Fuentes del Organismo Autónomo de Fiestas y Actividades Recreativas (Oafar), ente que había solicitado la autorización para la instalación del tiovivivo, justificaron ayer el desmontaje anticipado de la atracción con dos argumentos: asunto familiar grave del propietario y la celebración de la fiesta con la que se dará la bienvenida al nuevo año.

Desde el Organismo Autónomo de Fiestas insistieron también en que la atracción infantil tenía "todos los permisos en orden".

Precisamente, el concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Santa Cruz, Ramón Trujillo, registró ayer una pregunta, que trasladará a la comisión de control, sobre el accidente del jueves por la tarde, que, al parecer, fue provocado por la rotura de una pieza.

El edil preguntará si estaba en regla la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) del vehículo sobre el que se articulaba la atracción y si se hallaban actualizadas las otras autorizaciones requeridas por ese tipo de atracciones.

Asimismo, IUC también preguntará por las causas del accidente mencionado, y por la aplicación de las medidas de control con respecto a las exigencias de seguridad que deben satisfacer las atracciones destinadas a la infancia y a jóvenes.

Las dudas de IUC vienen derivadas de una intervención que hizo la Policía Local el día que se trasladó el tiovivo en un remolque. Según diversas fuentes, ese remolque carecía de la correspondiente ITV, y de ello dejaron constancia en su informe los agentes que intervinieron.