El lehendakari, Íñigo Urkullu, pidió hoy en Roma a la Unión Europea (UE) que asuma la realidad de "las naciones sin Estado que la integran" para que no se encierre "sobre sí misma" y dé "cabida, protagonismo y cauce de expresión a la pluralidad de realidades nacionales que la conforman".

Urkullu afirmó que esta debe ser una de las prioridades que incluya la Agenda Europea 2018 en favor de la integración, durante una intervención que pronunció en el Consejo del Partido Demócrata Europeo (PDE) que se ha celebrado hoy en la capital italiana.

Además, propuso adoptar "una ''Directiva de claridad'' que permita habilitar un cauce legal" para que estas naciones sin Estado que forman parte del proyecto europeo "puedan consultar a la ciudadanía con garantías y abrir una vía de negociación sobre su futuro".

"Es preciso habilitar un procedimiento comunitario ad-hoc que posibilite la permanencia en la UE de los Estados que surjan como consecuencia de un proceso capaz de combinar el principio democrático y el principio de legalidad", añadió.

También propuso "un proceso de integración desde la base, que asuma el principio de subsidiaridad y utilice todo el potencial de la gobernanza multinivel, una Europa que permita un reparto de competencias y soberanía, capaz de integrar los elementos positivos de los modelos confederal y federal".

Urkullu valoró que "la actitud de la UE debe ser propositiva, no reactiva" y dijo que "ante las propuestas democráticas que en el seno de los Estados puedan plantear las diferentes realidades nacionales, encaminadas a decidir su propio futuro" se puede apostar por "el diálogo, la negociación y el acuerdo" o por "la prohibición, la amenaza y la deslegitimación".

Finalmente, señaló que la UE ha cometido errores durante años, como convertir "la ortodoxia presupuestaria y los equilibrios macroeconómicos en su prioridad" o que los estados hayan puesto a las instituciones europeas como excusa para "justificar la adopción de medidas impopulares".

Por su parte, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, consideró en declaraciones a EFE que ahora puede ser un buen momento para que la UE, que está reflexionando sobre su futuro tras años de crisis económica y política, "busque un sitio" para las realidades nacionales.

"Creemos que ahora se dan las condiciones para que, en este nuevo enfoque de Europa, se busque un sitio para las realidades como la de Euskadi o como la de Cataluña y como otras que hay a lo largo y ancho de Europa, para que esta sea la casa común de todos, para que Europa no nos vea como un problema sino precisamente como una de las posibles soluciones a su unidad", señaló.

Ya durante la tarde, en una reunión cerrada a los medios, Ortuzar apostó por revitalizar el proyecto europeo con una "mayor presencia global" de la Unión, con la adopción de "políticas inclusivas", que favorezcan "mayor bienestar para la ciudadanía europea", y con unas instituciones europeas más reforzadas.

"En los últimos años estamos asistiendo a distintos movimientos en el interior de muchos Estados europeos, reclamando mayores cuotas de soberanía territorial. Sé que estos conflictos políticos están generando una gran preocupación en los principales Estados europeos que los ven como una amenaza para la arquitectura actual del propio proyecto europeo", comentó.

"Europa debe dar también una solución y un encaje, dentro de su gobernanza multinivel, a estas otras realidades nacionales en su seno, que ni la fragmentan, ni la quiebran, sino que la enriquecen", concluyó.