Quince minutos bastaron ayer para que Fiscalía y acusados cerraran en el Palacio de Justicia el acuerdo de conformidad del caso Saida, que toma nombre de la candidata que resultó herida con quemaduras el 6 de febrero de 2013 en la gala de elección de la reina. Uno de los dos fuegos fríos que llevaba un traje del diseñador Willy Jorge se activó y prendió en la fantasía de Saida Prieto, en la trasera del escenario, cuando esperaba para salir a desfilar. A consecuencia de este suceso, Saida sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 60% de su cuerpo.

Casi cinco años después, los dos acusados, el diseñador Willy Jorge y Fran Trujillo -que abandonó la Gerencia de Fiestas por este motivo- llegaron ayer a un acuerdo de conformidad que les permite evitar el ingreso en prisión. Uno y otro aceptaron que incurrieron en dos delitos imprudentes (no dolosos), por los que se les condena a un año de cárcel por los daños que sufrió Saida Prieto, y más tres meses por las heridas ocasionadas al diseñador de la candidata, Víctor Díaz y su esposa, Carol Hernández. En total, un año y tres meses para cada uno: diseñador y exgerente.

La resolución judicial contempla el atenuante de dilaciones indebidas -por el tiempo transcurrido desde que se realizaron las pruebas judiciales hasta la celebración de la vista- y contempla la reparación del daño penal; admite que Willy Jorge también sufrió quemaduras al ir a socorrer a Saida Prieto, por lo que trató de aminorar el daño. El acuerdo ratificado ayer prevé que ni Willy Jorge ni Fran Trujillo ingresarán en prisión al ser la pena impuesta inferior a dos años, y los compromete a no delinquir en los dos próximos años. En caso contrario, tendrían que ingresar en la cárcel.

La negociación se cerró gracias al acuerdo extrajudicial que se alcanzó la semana anterior con la principal afectada, Saida Prieto, y los diseñadores de su fantasía. Previamente el Parque Bulevar se retiró a cambio de 30.000 euros. El otro patrocinador de la fantasía, Diario de Avisos, también desistió sin contrapartida, al igual que un técnico de sonido y un bombero con heridas menores.

Para zanjar el pleito ha sido clave que Mapfre, compañía aseguradora de la gala organizada por el ayuntamiento, desembolsó casi 800.000 euros a la propia Saida y otros 30.000 euros a sus diseñadores. Se evitó además seis días de un juicio mediático.