La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, presentará al Consejo de Ministros este viernes "para su aprobación la adhesión de España" a la cooperación estructurada en defensa en la Unión Europea (PESCO, por sus siglas en inglés) prevista en el Tratado de Lisboa, que permitirá a los que quieran avanzar "más rápido" en su integración en este terreno para desarrollar capacidades militares "conjuntas" y "proyectos concretos" y lanzar operaciones, si una mayoría cualificada de países lo avala.

"Espero que se apruebe", ha explicado la ministra de Defensa en rueda de prensa al término de la reunión con sus homólogos de la OTAN.

Ello permitiría "si todo va como corresponde" que el próximo lunes los países de la UE que aspiran a participar en la cooperación estructurada en defensa firmen "físicamente la adhesión a la PESCO" y su lanzamiento formal por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en diciembre. "Hasta ahora 21 países quieren sumarse", ha explicado.

Los países que se sumarán a la PESCO notificarán este extremo en una carta dirigida al Consejo y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que firmarán en la reunión conjunta de ministros de Exteriores y de Defensa el 13 de noviembre.

Además de España, Francia, Alemania e Italia, también prevén sumarse Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, República Checa, Finlandia, Estonia y Rumanía, entre otros.

Para participar en la PESCO los países deberán comprometerse a asumir "criterios y compromisos" concretos, incluido aumentar el gasto en defensa, participar en proyectos de desarrollo de capacidades y aportar capacidades para operaciones. Los países deberán presentar en diciembre planes nacionales sobre cómo piensan cumplir estos compromisos, han explicado fuentes de Defensa.

Cospedal ha recordado que España ha estado "especialmente" involucrada junto con Francia, Alemania e Italia para impulsar la PESCO, que ha tenido ocasión de abordar en un encuentro con sus homólogas de estos países este jueves en la OTAN y que "quizá" sea el proyecto "más ambicioso" en la Unión Europea en estos momentos y debe ser complementario con la "colaboración" con la OTAN.

Aunque cuatro países de la UE han abanderado avanzar en la PESCO, que supondrá un "gran avance" para la política de seguridad y defensa europea, Cospedal ha asegurado que España ha defendido ser "suficientemente inclusivos para que todos" los países que quisieran participar "pudieran hacerlo con independencia de sus capacidades".

Eso sí, ha dejado claro que ello no puede hacer que los países europeos sean "menos ambiciosos" a la hora de "alcanzar el mayor número de objetivos posibles", es decir, en cuanto a "número de proyectos concretos" que los países puedan "aprobar entre todos" y que deben ser "sostenibles, realistas y perdurables en el tiempo".

Así, la ministra de Defensa ha defendido que la PESCO debe permitir que "Europa ofrezca todas sus capacidades" para "defender" a los ciudadanos "en colaboración con la OTAN" y el desarrollo de una industria de defensa "fuerte", confiando en que también sirva para avanzar "de forma concreta" en los proyectos de capacidades en los que participa España".

"Creemos que un reforzamiento de proyectos tecnológicos en el ámbito de la PESCO es muy importante para España", ha explicado.

Hasta ahora, los países han presentado unos 40 proyectos. España ha presentado cuatro y otros dos en cooperación con Francia, Alemania e Italia, entre ellos para desarrollar los aviones no tripulados (drones) y la capacidad de mando y control de la Capacidad de Planificación y Ejecución Militar establecido en el Estado Mayor de la UE para dirigir las operaciones militares de entrenamiento, el embrión de un futuro Cuartel General militar permanente.

Se espera que los Gobiernos acuerden antes de finales de año el Fondo Europeo de Defensa para incentivar la adquisición conjunta de capacidades a fin de poder concluir "lo antes posible" la negociación con la Eurocámara y poder financiar en 2019 "los primeros proyectos de capacidades identificados".

Bruselas ha propuesto destinar casi 600 millones de presupuesto comunitario para proyectos de investigación y desarrollo de prototipos industriales de capacidades militares hasta 2020 y 1.500 millones de euros anuales a partir de 2021 en el marco del Fondo Europeo de Defensa. A cambio, los países deberían poner otros 4.000 millones por su parte y comprometerse a adquirir conjuntamente capacidades.