BBVA pagará previsiblemente una rentabilidad anual del 6,375 % a los inversores que suscriban participaciones preferentes eventualmente convertibles en acciones ("cocos" en el argot financiero), en una emisión con la que el banco pretende captar al menos 1.000 millones de dólares.

Inicialmente los títulos se iban a colocar con un interés anual del 6,5%, pero gracias a la buena acogida que está teniendo la emisión, la operación tendrá un coste menor para BBVA, según ha informado fuentes del mercado.

Se trata de la sexta emisión de este tipo de deuda que lleva a cabo el grupo financiero presidido por Francisco González, que en abril de 2013 fue la primera entidad europea en salir al mercado con una colocación de "cocos".

Según la información remitida ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la emisión excluye el derecho de suscripción preferente para accionistas del banco y los títulos no podrán ser ofrecidos, distribuidos o vendidos en España ni a ningún residente fiscal en el país.

La novedad de esta colocación es que BBVA registró el folleto de la emisión en el supervisor bursátil estadounidense, la SEC, con el objetivo de atraer a más inversores de Estados Unidos y Asia, además de europeos, según han explicado fuentes financieras.

El banco, que en los últimos días ha mantenido conferencias con inversores de buena parte del mundo, se comprometió a comunicar al mercado los términos de la colocación "una vez queden fijados".

BBVA aprovecha la tregua de los inversores tras el desafío independentista de Cataluña para llevar a cabo esta emisión nueva de "cocos", un tipo de deuda que el banco colocó por última vez en mayo, cuando captó 500 millones al 5,875 %, el mejor precio logrado hasta entonces por un emisor español.

Antes de eso, el banco había conseguido 1.500 millones de dólares al 9 % en abril de 2013, y 1.500 millones de euros en dos emisiones llevadas a cabo en febrero de 2014 y 2015, a la que siguió otra de 1.000 millones en abril de 2016.

Gracias a estas colocaciones, BBVA cubrió plenamente el colchón del 1,5 % de capital adicional que la actual regulación permite computar a través de estas emisiones.

Los "cocos" están considerados como la mejor fórmula de reforzar el balance de un banco, a juicio de los expertos, y tienen la peculiaridad de que se convierten en acciones si la solvencia de la entidad se situara por debajo de un determinado nivel, que en el caso de BBVA ha quedado fijado en el 5,125 %.

La emisión es perpetua, pero el banco se reserva el derecho de amortización anticipada dentro de 10 años, y se espera que coticen en Irlanda.

Para llevar a cabo la operación, la entidad bancaria ha contado, además de con su propio equipo de banca mayorista, con la ayuda de Bank of America Merrill Lynch, Citi, Deutsche Bank, HSBC y JP Morgan.