Miembros de la Guardia Civil detuvieron a un hombre como presunto autor del atraco sufrido por una mujer en un bazar situado en La Esperanza durante la tarde del pasado viernes. En dicho robo con violencia e intimidación, dos individuos utilizaron una pistola, que se desconoce si es real o simulada, y consiguieron llevarse un botín que ronda los 7.000 euros.

Los hechos ocurrieron en un establecimiento donde se realizan apuestas mutuas.

El joven arrestado por los agentes del Instituto Armado tiene 22 años de edad y su captura se produjo el pasado domingo.

Supuestamente, el apresado reside en el término municipal de La Laguna.

Una de las pistas seguidas por los profesionales de la Policía Judicial para identificar y localizar a los implicados fue el vehículo utilizado para huir del lugar, un Volkswagen Polo de color rojo.

Cabe recordar que en la tarde del pasado viernes, dos encapuchados accedieron al citado comercio y, tras amenazar a la única empleada que estaba en ese momento, sustrajeron toda la recaudación.

Desde ese instante, las diferentes fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento del mencionado atraco, ya que se había utilizado un arma de fuego y se desconoce si es real o simulada.

En primer lugar, hasta el comercio, situado en la confluencia de la carretera insular de acceso al Teide (TF-24) y la carretera que enlaza La Esperanza con Llano del Moro (TF-272), acudieron agentes de la Policía Local de El Rosario.

Con posterioridad, guardias civiles del puesto de Santa Cruz de Tenerife tomaron parte en el dispositivo para tratar de capturar a los ladrones.

Una de las certezas aportadas por varios testigos es que el Volkswagen Polo rojo de los atracadores se dirigió hacia el municipio de La Laguna. Sin embargo, entre el casco de La Esperanza y la rotonda del Padre Anchieta, los delincuentes pudieron huir por numerosas vías y caminos vecinales.

La víctima del robo con violencia e intimidación sufrió una gran tensión tras el asalto. La forma de actuar de los implicados demostró que no actuaron al azar. Y desde el primer momento las fuerzas de seguridad tenían alguna información válida para seguirles la pista.