Hemorragias nasales, golpes de calor, o, como alternativa, quedarse en clase o agolparse en los pasillos. Así es el día a día de los más de 400 alumnos del colegio de Infantil y Primaria San Fernando, en el barrio de Duggi, un centro público para el que la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (AMPA) reclama zonas de sombra. La solicitud ya ha sido dirigida al área de Educación del Ayuntamiento de Santa Cruz.

La cuestión es sencilla. A pesar de que el inmueble cuenta con dos canchas, en ninguna de ellas existe un lugar en el que los pequeños se puedan refugiar del sol del que, durante gran parte del año, disfruta la capital.

"Tal y como recoge la Organización Mundial de la Salud, las radiaciones solares ejercen un efecto negativo para la salud, principalmente vinculadas a diversos tipos de cáncer de piel, envejecimiento prematuro de la piel, cataratas y otras enfermedades oculares", remarcan desde la AMPA. "¿Las familias de los menores del centro nos merecemos que nuestros hijos enfermen o sufran estas consecuencias solo por el hecho de haber elegido este colegio?", se preguntan.

Desde la Asociación de Padres y Madres -también desde el equipo directivo- insisten en que "no se puede privar" al alumnado de su tiempo de ocio durante el recreo, ni de las tres sesiones semanales de Educación Física o Psicomotricidad. Sin embargo, recuerdan, "en ocasiones" se les priva de estas actividades "debido a que prevalece el deber de protección de la salud de los menores por los efectos negativos que conlleva realizar cualquier actividad con una exposición solar excesiva".

No obstante, no es esta la única reclamación de la AMPA del CEIP San Fernando relacionada con el polideportivo. La otra tiene que ver con la pintura que cubre la superficie -al parecer la que se usa para las piscinas-, que hace imposible su uso en días de lluvia, bien sea abundante o no. "Se convierte en una peligrosa pista de patinaje", remarcan desde el colegio.

Es más, desde la dirección aseguran que se han producido numerosas caídas de alumnos -también de profesores-, algunas con graves consecuencias como roturas de huesos o heridas sangrantes. "Para que se produzca un buen proceso de enseñanza y aprendizaje no solo es necesario un maestro y unos alumnos, sino que el espacio escolar, el mobiliario y los materiales didácticos sean elementos fundamentales que influyen y determinan los resultados finales", subrayan desde la AMPA, que reclama que se proceda a iniciar el proyecto de cubrimiento de las canchas.