Paul Bekaert, abogado del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, se define como un "vaquero pobre y solitario" que no tiene "nada que perder", en un perfil que publica hoy el diario flamenco De Tijd.

Bekaert señala que no le sorprendió "en absoluto" que Puigdemont le llamara para defenderle. "En las últimas décadas, he acumulado la experiencia necesaria en este tipo de asuntos, en particular defendiendo a vascos para evitar su extradición. A estas alturas, mi reputación es bien conocida en España", reconoció.

Tras indicar que es algo así como "una piedra en el zapato" para el Gobierno español (en la traducción textual "una pulga debajo del collar"), Bekaert afirma que "este mundo es muy pequeño" y por eso "los grandes bufetes (de abogados) no se aventuran con este tipo de casos, por miedo a quemarse".

"Yo soy un vaquero pobre y solitario. No tengo nada que perder", indicó.

Para él, un letrado que se define como "pragmático", defender los asuntos políticos le hace "ser más atractivo" y sobre su reiteración defendiendo casos polémicos, lo que le valió el título de "abogado de los terroristas" en España, Bekaert afirma que eso es "completamente injustificado" y que solo busca la "protección de los derechos fundamentales".

El letrado, especializado en Derecho de Familia, Civil y Criminal, comenzó su carrera como abogado de derechos humanos cuando se unió en 1978 a la Liga Belga de Derechos Humanos, defendiendo a las minorías nacionalistas.

"Ellos buscaron un voluntario para que fuera a Irlanda, donde se libró una importante guerra civil. Un poco más tarde, me enviaron al País Vasco. Así fue como entré en un circuito donde una cosa llevó a la otra", recuerda este abogado con experiencia en órdenes europeas de detención, extradición y asilo político.