El líder opositor ruso Alexéi Navalni reunió hoy a miles de personas en un mitin celebrado en una gran tienda de muebles en la ciudad siberiana de Irkutsk, después de que las autoridades locales le prohibieran convocar a sus seguidores en el centro de la urbe.

El cuartel electoral de Navalni -que sigue en campaña de cara a las elecciones presidenciales de marzo de 2018 pese a que no podrá concurrir a ellas por sus antecedentes penales- cifró en más de 4.000 a los asistentes.

Según los organizadores del mitin, cerca de 3.000 personas abarrotaron la superficie comercial, mientras que al menos otros mil se quedaron a sus puertas al llenarse hasta los topes el local.

El Ayuntamiento de Irkutsk, una de las principales ciudades de Siberia Oriental, informó apenas de unos 700 participantes, pese a que las imágenes publicadas por medios locales demuestran que fueron muchos más.

Navalni presentó este viernes una querella contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin, por impedirle hacer actos electorales en numerosas ciudades de todo el país, según informó la víspera un tribunal de Moscú.

El opositor considera que el jefe del Kremlin es el responsable directo de que las administraciones locales por todo el país prohíban la celebración de sus mítines electorales.

"Denunciaremos en los tribunales a Putin y a su Administración. Presentaremos pruebas irrefutables de cómo los gobiernos municipales de todo el país actúan al unísono por orden expresa de Moscú", adelantó Navalni en un comunicado publicado esta semana en su web.

Según el líder opositor, en las últimas semanas las principales ciudades del país han rechazado todas sus solicitudes para celebrar mítines electorales por la campaña de las presidenciales de marzo de 2018.

Navalni salió en libertad el pasado 22 de octubre tras cumplir 20 días de cárcel por convocar reiteradamente mítines políticos y manifestaciones contra el Kremlin sin autorización oficial.

El Comité de ministros del Consejo de Europa llamó a Rusia a permitir que Navalni presente su candidatura a la presidencia tras acusar a las autoridades de violar los derechos fundamentales del político opositor.

En respuesta, el Ministerio de Justicia ruso acusó al organismo europeo de excederse en sus funciones y de "ejercer presiones políticas" con vistas a las elecciones de marzo de 2018, en las que se da por hecho que Putin será nuevamente candidato pese a que todavía no ha se pronunciado al respecto.