El 90% de los casos de ictus se podrían evitar con prevención y un estilo de vida saludable, según recordó la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias con motivo del Día Mundial del ictus que se celebró ayer.

En este sentido, el ictus es la segunda causa de muerte en España -la primera en mujeres-, la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia.

Los síntomas del ictus generalmente se producen de forma brusca e inesperada y, aunque su tipología depende del área del cerebro que se vea afectada, los principales son la alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender; o la pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo.

Además, generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades. También se produce una alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o incapacidad para apreciar objetos en algún lado de nuestro campo visual; una pérdida brusca de coordinación o equilibrio; y un dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.

Según destacan los especialistas, el 90% de los casos de ictus se podrían evitar con una adecuada prevención que pasa por la corrección y tratamiento de los factores de riesgo modificables: hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, tabaquismo, obesidad, vida sedentaria, consumo de alcohol, terapias hormonales y enfermedades cardiacas previas.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año entre 110.000 y 120.000 personas sufren un ictus en nuestro país, de los cuales un 50% quedan con secuelas discapacitantes o fallecen. Actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber sufrido un ictus.

La SEN recordó en el Día Mundial de la enfermedad la importancia de la detección temprana y de llevar una vida saludable con una dieta variada y ejercicio físico para evitar así enfermedades como la hipertensión arterial, el colesterol alto o la obesidad que son factores de riesgo.

La SEN divulgó ayer algunos datos estadísticos. Por ejemplo que una de cada seis personas tendrá un ictus a lo largo de su vida o que el 5% de los mayores de 65 años ha tenido uno.

También que el 35 % de los afectados está en edad laboral o que una de cada dos personas que lo sufre no se recupera.

Si bien en los últimos 20 años la mortalidad y la discapacidad han disminuido, su incidencia se incrementará un 27% en los próximos 25 años.

En las últimas dos décadas ha aumentado en un 25% el número de casos entre los que tienen entre 20 y 64 años.

Por último, la patología supone el 70% de los ingresos neurológicos que se producen en España y es el responsable de entre el 3% y el 6% del gasto total sanitario.