El pleno del Ayuntamiento de Blanes fue anoche el escenario de un enfrentamiento entre partidarios y contrarios a la independencia que ha derivado en insultos al alcalde, el socialista Miquel Lupiáñez, y ha motivado la presencia de agentes de policía para calmar los ánimos.

Según informa el consistorio, la reunión fue precedida por dos manifestaciones en la calle, de signo contrario, mientras en el pleno se debían debatir la propuesta de ERC para cambiar los nombres de la plaza de Espanya y la avenida Joan Carles I por los de 1 d''Octubre y avenida de la República.

Miquel Lupiáñez se dirigió a ambos grupos para pedirles respeto mutuo antes del pleno, ya que manifestantes de ambos grupos accedieron al pleno y depositaron carteles y pegatinas en las mesas de los concejales.

Tras un enfrentamiento verbal entre un público dividido, Lupiáñez decidió suspender el pleno y convocó una reunión de urgencia en su despacho en la que se decidió aplazar el inicio de la reunión y suprimir todas las mociones, así como el apartado final de ruegos y preguntas.

Esa decisión motivó insultos al alcalde, al que se acusó de "dictador", aunque finalmente se pudo poner en marcha la sesión plenaria sin nuevas interrupciones ni altercados en presencia de tres agentes y el jefe de la Policía Local.