Los líderes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, siguen desde prisión "llamando a la movilización social para conseguir de las autoridades catalanas la desconexión forzosa de Cataluña", según asegura la Fiscalía al oponerse a su excarcelación.

Esa reiteración delictiva es uno de los principales argumentos que esgrime la Fiscalía de la Audiencia Nacional para impugnar los recursos que ambos presentaron ante la Sala contra el auto por el que la juez Carmen Lamela acordó su ingreso en prisión preventiva el pasado 16 de octubre por un delito de sedición, penado con hasta 15 años de cárcel.

"La medida cautelar adoptada se fundamenta en la reiteración delictiva, que se objetiviza, al día de hoy", en que continúan "llamando a la movilización social para conseguir de las autoridades catalanas la desconexión forzosa de Cataluña", sostienen en sendos informes el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, que suscribe el de Sánchez, y su compañero Pedro Rubira, que firma el de Cuixart.

Ayer mismo, la cuenta oficial de ANC en Twitter se hacía eco de una palabras transmitidas por Sánchez desde prisión, llamando a que se impulse una asamblea de cargos electos en Cataluña, que consideró "legítima" en caso de que el Estado "mate" al Govern y al Parlament, y pedía para ello: "luz en los ojos y fuerza en el brazo".

Según recuerdan los fiscales, los dos líderes independentistas, con su actuación en el asedio a la Guardia Civil en la Consejería de Economía el 20 y 21 de septiembre y otros episodios que se extienden al 1-O, pretendieron proteger "a sus gobernantes e instituciones mediante movilizaciones ciudadanas masivas" frente a los lugares en los que se hicieron operaciones policiales para impedir el referéndum ilegal.

Para la Fiscalía no cabe duda del carácter sedicioso de estas actuaciones y "es evidente que las pretensiones" de ambos "movilizando a la masa hostil" era evitar que se practicarán las diligencias judiciales, que conllevaron detenciones de responsables del departamento de Economía de la Generalitat, además de conseguir la liberación de los detenidos.

"A las 9.15 horas los Guardias Civiles actuantes ya habían solicitado sin éxito un cordón de protección", pero "la presencia de personas mayores, en el supuesto cordón, fortalece el criterio" de los agentes "en cuanto a lo desafortunado de trasladar a los detenidos a través de ese pasillo".

Por ese lugar acordonado, prosigue el fiscal, "sólo permitía el acceso de trabajadores, Mossos, y otros políticos bien conocidos", además del propio Sánchez "que en contra de la comisión judicial accedió libremente al edificio durante toda la jornada".

Al llamamiento ese día de ambas entidades, en una concentración que no contó con autorización administrativa, se sumaron unas 40.000 y 60.000 personas y subidos los dos en un vehículo de la Guardia Civil hicieron un llamamiento para la movilización permanente "a favor del referéndum y en contra de las actuaciones para impedirlo".

Cuixart, desde el techo del vehículo, les dijo: "desde este altar tan majestuoso, mi amigo Jordi y yo tenemos el honor desde donde os hablamos, os queremos convocar a todos y a todas a una movilización permanente en defensa de los detenidos y que no pararemos hasta que queden en libertad".

Sánchez por su parte se despidió "de la multitud" señalando que en "conjunto se mantiene en actuación sediciosa hasta enlazar con el día 1 de octubre" y anunciando: "nosotros hemos venido aquí porque tenemos un objetivo y este objetivo es el uno de octubre, qué haremos?" y la masa "desconocida_." le contestaba:" Ñvotaremos votaremos!", indica la Fiscalía.

De hecho, llegado el día del referéndum, Sánchez "tuvo igualmente una activa actuación en las redes no sólo invitando al voto sino haciéndose eco de las instrucciones para hacerlo y para evitar las dificultades a que sometió la votación" la Policía y la Guardia Civil.

Por todo ello, los fiscales rechazan que Sánchez y Cuixart se limitaran a ejercer el derecho de manifestación, tal y como alegan, sino que su actuación ha estado destinada a evitar que se cumpliesen las resoluciones judiciales "en un tumulto claramente hostil, todo en una actuación preparada y orquestada hasta consumar el referéndum".