La disfunción eréctil o impotencia es uno de los problemas sexuales más fácil de identificar aunque sigue constituyendo un tabú para muchos hombres, como evidencia su baja tasa de diagnóstico, a pesar de que los expertos advierten de que detrás de esta dolencia se puede esconder una enfermedad cardiaca.

Los últimos datos epidemiológicos revelaban que unos 2 millones de españoles padecían impotencia, pero sólo el 16,5 por ciento de ellos consulta con su médico este problema, que implica la incapacidad para conseguir o mantener una erección y tener una relación sexual satisfactoria.

Antes, acuden a la información disponible en internet o a tratamientos naturales, de manera que la consulta al especialista es "el último recurso cuando se ha probado todo y todo ha fracasado", tal y como ha lamentado el presidente de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (Asesa), Rafael Prieto.

En rueda de prensa, Prieto ha afirmado que la disfunción eréctil es una patología que no está relacionada con la edad, por lo que debe ser siempre estudiada por un especialista.

Para advertir del posible riesgo que supone el infradiagnóstico y la automedicación, Prieto ha explicado que la erección se produce cuando el pene se llena de sangre y, cuando hay una obstrucción, ésta empieza por las arterias más pequeñas, como son las del pene, que tienen entre 1 y 2 milímetros de diámetro. Si no se trata, esta obstrucción puede acabar afectando a arterias más grandes, como las del corazón.

"El pene es como la luz del aceite de un coche; cuando se enciende es que algo pasa, y a nadie se le ocurre arreglar él mimo su coche, lo lleva a un mecánico", ha subrayado.

Por eso ha advertido del riesgo que supone la compra de medicamentos a través de internet, al igual que la doctora Ana María Puigvert, experta en Medicina Sexual, que ha subrayado que existen tratamientos "registrados y seguros" para tratar con éxito esta patología.

Para conocer datos más actuales y precisos sobre los principales problemas de salud sexual masculina en España, la Asesa ha puesto en marcha el Proyecto Pandora "Panorama de la disfunción eréctil y la eyaculación precoz en españa. Recomendaciones para su abordaje", un estudio cuyos resultados se darán a conocer la próxima primavera.

El Proyecto Pandora estudiará también cómo afecta la eyaculación precoz a la población masculina -se estima que un 43 por ciento de los hombres la sufrirá en algún momento de su vida- y planteará opciones terapéuticas efectivas para los afectados.

Puigvert ha calificado la eyaculación precoz como una de las dolencias que más impacta sobre la vida de la pareja. Esta falta de control voluntario sobre el reflejo eyaculatorio está asociada a cuadros de ansiedad, pero cuenta con un tratamiento efectivo.

Según Prieto, los pacientes con eyaculación precoz son los que menos frecuencia de relaciones sexuales tienen, hasta el punto de que el 52 por ciento de los hombres reconoce haber puesto excusas en alguna ocasión para evitar un encuentro sexual con su pareja.

"Si tengo eyaculación precoz o disfunción eréctil en lugar de disfrutar del sexo, sufro, y mi pareja también sufre, por lo que la mejor forma de protegerme es evitar el encuentro sexual", ha indicado.

Ambos especialistas han instado a los afectados por cualquiera de estas patologías a acudir al médico. "Son dolencias muy frecuentes y la solución existe. El paciente que lo sufre no está solo y hay un tratamiento para cada paciente", ha asegurado Prieto.