Banco Sabadell acordó ayer trasladar su sede social a Alicante, ante la posibilidad de que el Parlament de Cataluña haga una declaración unilateral de independencia.
La inquietud e inseguridad jurídica que ha provocado la deriva soberanista en Cataluña ha llevado a algunas importantes empresas a mover ficha y a cambiar la ubicación de su sede fiscal para garantizar que seguirán estando bajo el paraguas de la Unión Europea en caso de que, por ejemplo, el Parlamento catalán declare la secesión.
Este es el caso de Banco Sabadell, el quinto mayor banco de España, que en una decisión sin precedentes ha reunido a su consejo de administración en sesión extraordinaria para dar luz verde al cambio de domicilio fiscal de Sabadell (Barcelona) a Alicante.
Esta decisión garantizará que la entidad siga estando bajo el paraguas regulatorio del Banco Central Europeo (BCE) en caso de secesión, garantizando así los intereses de accionistas, clientes y empleados dentro de cualquier escenario.
Este traslado tendrá efectos inmediatos, ya que los estatutos del banco que preside Josep Oliu establecen que se requiere únicamente la decisión del consejo para hacer efectivo el cambio, sin pasar por la junta de accionistas del banco.
Fuentes de la entidad explicaron que “en la práctica todo seguirá igual”, ya que el banco mantendrá sus servicios centrales en Cataluña, aunque los impuestos los pagará en Alicante.
La nueva sede estará ubicada en la avenida Óscar Esplá, número 37, donde el Sabadell ya tiene un edificio corporativo.
Alicante, de hecho, es uno de sus principales centros operativos de Banco Sabadell fuera de Cataluña y donde se ubicaba la sede de la antigua CAM, que el grupo adquirió en subasta en 2011.
El Sabadell ha sufrido especialmente en bolsa estos días, especialmente desde el referéndum ilegalizado del pasado domingo, y este jueves, tras conocerse su intención de llevarse la sede fuera de Cataluña, su cotización se ha disparado en los mercados con una subida del 6,16 %.
El Banco Sabadell no es la única empresa catalana que se llevará su sede fuera de Cataluña. Así lo han anunciado esta misma semana empresas como la biotecnológica Oryzon y la firma de telecomunicaciones Eurona, ambas cotizadas, o Proclinic, especializada en la distribución de material odontológico.
Otras importantes compañías, como Pronovias o Planeta, amenazaron hace tiempo con irse de Cataluña si se declaraba la independencia, y la aseguradora Catalana Occidente o las familias propietarias de las farmacéuticas Almirall e Indukern han expresado su preocupación por este eventual escenario.
De hecho, las organizaciones patronales catalanas han reconocido que hay empresas que tienen planes B ante una eventual declaración unilateral de independencia y que han abierto segundas delegaciones fuera de Cataluña o que incluso han separado una parte del negocio, creando otra compañía.

CaixaBank debatirá hoy su traslado a Baleares

CaixaBank prevé convocar hoy un consejo de administración extraordinario para debatir el traslado de su sede social fuera de Cataluña.
Este cambio sería posible gracias a una modificación legal que prepara el Gobierno y que le permitiría realizar este trámite sin que la entidad someta esta decisión a aprobación de la junta de accionistas.
En este sentido, el Gobierno aprobará previsiblemente un decreto ley que permitirá a las empresas acordar el cambio de sede social sin someter esa decisión a la junta de accionistas, lo que aceleraría la salida de Cataluña a las compañías que así lo dispongan.
Entre las ubicaciones que se barajan para que el banco que preside Jordi Gual ubique su sede social y pague allí el impuesto de sociedades, entre otros gravámenes, ha cobrado fuerza en las últimas horas la opción de Baleares.
El Banco Sabadell puede trasladar su sede sin necesidad de someter el acuerdo a la junta de accionistas, ya que así lo contemplan sus estatutos.
Sin embargo, los estatutos de CaixaBank prevén que una decisión de este tipo requiera también la aprobación de la junta de accionistas, por lo que el decreto-ley que podría anunciar hoy el Gobierno abriría la puerta a este cambio de sede social.
Un portavoz oficial de CaixaBank afirmó ayer que la entidad adoptará las “decisiones necesarias, en el momento oportuno, siempre con el objetivo de hacer prevalecer los intereses de los clientes, accionistas y empleados”.