La Fundación Española del Corazón (FEC) alertó de los riesgos que conlleva llegar e incluso sobrepasar el número máximo de latidos que puede alcanzar el corazón al minuto, lo que se conoce como frecuencia cardiaca máxima, cuando se realiza una práctica deportiva, ya que puede hacer que el corazón se haga "relativamente insuficiente". Así lo aseguró Emilio Luengo, miembro del Consejo de Expertos de esta fundación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que recordó que la fórmula más conocida para calcular este indicador límite es restar a 220 la edad de cada individuo.

Aparte de la posibilidad de desestabilizar una enfermedad oculta, el simple hecho de llegar, mantener o sobrepasar la frecuencia cardiaca máxima hace que el flujo de bombeo del corazón no aumente pese a que la frecuencia cardiaca sí lo hace.

Por ello, cuando se hace deporte es importante vigilar la intensidad a la que se practica y, para ello, actualmente existen dispositivos que permiten medir este indicador para controlar el entrenamiento y sus avances. "Solo hay que aprender a usarlos razonablemente y hacerles caso", añadió. Además, antes de someter al cuerpo a un ejercicio físico intenso Luengo destacó la necesidad de descartar la presencia de enfermedades cardiovasculares previas, mediante reconocimientos médicos periódicos.

"Si somos menores de 35 años debemos haber descartado la presencia de enfermedades con un componente genético o congénito. Pero si nos acercamos o sobrepasamos la cuarentena, la enfermedad cardiovascular que más puede darnos la lata es la enfermedad coronaria. Por eso, debemos descartar que la tengamos", apuntó.