Agentes de la Guardia Civil realizaron ayer una breve carga contra un grupo de manifestantes que les increpaban y se concentraban a las puertas del hotel donde se alojan en Calella (Barcelona) para impedirles entrar, según han informado fuentes policiales, un suceso que se saldó con un agente herido.

La Guardia Civil asegura que tuvo que cargar porque los Mossos d''Esquadra, que habían establecido un cordón de seguridad para aislar a los manifestantes, se mostraron pasivos mientras éstos les lanzaban objetos, uno de los cuales hirió en la boca a uno de los agentes del instituto armado.

Por su parte, los Mossos d''Esquadra han indicado que, tras ser alertados de la presencia de los concentrados por la Guardia Civil, acudieron al lugar a mediar y establecieron un cordón de seguridad, que algunos miembros del instituto armado se lo saltaron y usaron entonces sus porras extensibles contra los manifestantes.

Según la Guardia Civil, los agentes cargaron para mantener despejada la puerta del hotel y evitar así que sus compañeros quedaran aislados, de forma que pudieran acceder al establecimiento.

Los agentes del instituto armado alojados en el hotel de Calella habían llamado a las 22.40 a los Mossos d''Esquadra para alertar de que había un grupo de personas que les estaban increpando a las puertas del establecimiento.

Los Mossos d''Esquadra se personaron al lugar, intentaron mediar y establecieron un cordón de seguridad para que los concentrados no se acercaran todavía más al hotel.

De repente, según la versión de la policía catalana, un grupo de agentes de la Guardia Civil, algunos de paisano y otros con uniforme, se saltaron el cordón establecido por los Mossos d''Esquadra y propinaron varios golpes con sus porras extensibles metálicas a los concentrados.

La situación se normalizó poco antes de la una de la madrugada, según las fuentes.