La datación y el examen del contenido de unos fragmentos de tejido guardados como reliquia hace 700 años en un convento italiano, avalan una leyenda relacionada con san Francisco de Asís.

Durante más de 700 años, el convento de Folloni, cerca de Montella, en Italia, ha protegido y guardado algunos pequeños fragmentos textiles. Según la leyenda, los fragmentos textiles proceden de un saco que apareció en el umbral del convento en el invierno de 1224 que contenía el pan enviado por san Francisco de Asís, que en aquel momento estaba en Francia. Al parecer, el pan fue llevado al convento por un ángel.

Desde la noche de este frío invierno, el saco ha sido custodiado por el convento, y actualmente los últimos fragmentos restantes se mantienen como una reliquia en el santuario.

Un equipo de investigadores daneses, italianos y holandeses dirigido por el profesor asociado Kaare Lund Rasmussen, de la Universidad del Sur de Dinamarca, ha tenido la oportunidad de realizar estudios científicos sobre los supuestos fragmentos. Su estudio se publica en la revista ''Radiocarbon''.

El análisis C-14 reveló que el textil podía ser fechado entre el 1220 y 1295. "La edad está en línea con la leyenda", asegura el químico especializado en análisis arqueo-químicos, Kaare Lund Rasmussen.

Los investigadores también buscaron trazas de pan en el textil. Lo hicieron buscando ergosterol, un esterol presente en los hongos y se encontró en varios tipos de moho. Ergosterol puede ser un biomarcador potencial para la elaboración de la cerveza, el pan o la agricultura.

"Nuestros estudios demuestran que probablemente había pan en el saco, no sabemos cuándo, pero parece poco probable que fuera después de 1732, cuando los fragmentos de los sacos empezaron a ser custodiados para protegerlos. El contacto con el textil en los 300 años antes de 1732, un periodo en el que el textil se utilizaba como tela de altar --o tal vez fue precisamente en la fría noche de invierno de 1224-- es posible", explica Rasmussen.

No obstante, los investigadores advierten de que las mediciones científicas no pueden ser una leyenda o una creencia, pero lo que sí pueden hacer es "desautenticar el objeto o demostrar una concordancia entre la evidencia físico-química y la leyenda".

Los investigadores no han abordado la cuestión de cómo el saco de pan terminó en la puerta del convento. "Esto es quizás más una cuestión de creencia que de ciencia", concluye Rasmussen.