Aunque la realidad es que el siglo ha traído avances a la comarca en materia de infraestructuras, reivindicaciones planteadas desde mediados de la década de los 80 del pasado siguen siendo asignaturas pendientes con el Sur de la Isla. La situación de entrecrisis actual rescata el carácter reivindicativo de la zona que genera más economía y empleo en Tenerife. Alcaldes como José Julián Mena (Arona), Arturo González (San Miguel de Abona), José Miguel Rodríguez Fraga (Adeje) y Emilio Navarro (Santiago del Teide) demandan inversiones relevantes y necesarias, pero, básicamente, en obras largamente demandadas. Es la línea en la que también se pronuncian los empresarios (CEST, por ejemplo) y hasta los colectivos profesionales y vecinales.

La historia moderna del sur de Tenerife está marcada "por continuos incumplimientos del Cabildo y del Gobierno de Canarias y, además, del Gobierno central". Era una frase recurrente del hoy exalcalde de Granadilla de Abona, Jaime González Cejas. Defensor de la comarca como "eje" de la Isla y de su municipio como "la base" de la misma, sus reclamaciones fueron la construcción del puerto de Granadilla, del circuito automovilístico y la segunda pista del aeropuerto.

Hoy, solo la primera obra está a punto de concluir y no es ni la mitad de lo que inicialmente se pretendió y pidió el Sur. El caso del Circuito del Motor comenzó el 25 de marzo de 1995 (22 años atrás) con la apertura del expediente. Realmente se habla de él desde hace casi 40 años. Pero el más relevante es la segunda pista del aeropuerto Tenerife Sur. A las 10:17 horas de ayer se cumplieron 39 años del aterrizaje de un DC-9 de Iberia que realizaba el vuelo IB-187 procedente de Lanzarote. Fue el inaugural. Hoy, ni la comarca ni la Isla se ponen de acuerdo en la defensa de esta construcción. Hay otras prioridades, dicen.

¿Fonsalía y su puerto? Es un proyecto (con maqueta incluida) que, de vez en cuando, es rescatado por la actualidad, pero que, como en los demás casos, todavía está en fase casi embrionaria. Al menos, no se ha puesto ni una piedra del que se defiende como el futuro puerto comercial de Tenerife con la provincia.

Son los macroproyectos que el Sur de Tenerife tiene pendientes de realizar y que demanda desde hace décadas. Pero en el análisis pormenorizado, los municipios aparecen también como grandes incumplidores.

Candelaria, por ejemplo, aprobó el 29 de marzo de 2008 una gran playa para Punta Larga. Costaría más de 19,1 millones de euros, ocuparía 500 metros lineales y 15.000 metros cuadrados de arena entre dos diques. El Presupuesto General del Estado de 2010 incluyó 10 millones para iniciar la obra.

Güímar, su alcaldesa, sigue empeñada en macroproyectos para regenerar los barrancos. ¿Recuerdan Mimiland? No será construido en Güímar.

Arafo quiso construir un paseo litoral junto al Polígono Industrial. El último Gobierno Aznar presupuesto para ello 1,6 millones de euros que desaparecieron con su sucesor, Zapatero.

Fasnia espera por las cocheras del tren (y la comarca, por el tren), Arico suspira por el gran y singular proyecto turístico que un promotor italiano proyectó -desde 1999- en el cantón militar y que paralizó las Directrices, San Miguel de Abona quiere su playa de referencia y todavía (30 años después) está pendiente de trámites burocráticos, y en el margen más turístico de la Isla (desde Arona hasta Santiago del Teide) los proyectos municipales no duermen demasiado tiempo en las gavetas.

En medio de tal panorama, mientras, Vilaflor busca hace años agua para la población y el riego. Y lo tiene difícil.

Las décadas que el Sur lleva reivindicando la construcción de un hospital público no han terminado porque aunque el complejo sanitario de El Mojón (Arona) tiene un rótulo que lo reconoce como tal, aún falta mucha obra y, sobre todo, equipamiento y servicios para ser considerado un hospital. Avance notable, sí, pero es un hospital, repiten colectivos y políticos.

Ahora toca esperar por el tercer carril desde San Isidro hasta Adeje. Empieza el proceso administrativo, pero la primera licitación relacionada con esta obra se publicó el 16 de noviembre de 2005. Hoy sigue siendo un papel que, además, recorta recorrido y precisa ser modificado. Pero están en ello. Como en el cierre del anillo insular. Pero ese es otro capítulo.