Más de cincuenta entidades sociales y ecologistas reunidas en la Asamblea 23-S han participado hoy en Palma en la primera manifestación organizada contra la afluencia masiva de turistas a Baleares y cuyo lema ha sido "Hasta aquí hemos llegado-Paremos la masificación turística".

Se trata de la primera marcha contra la afluencia anual a las Islas Baleares de millones de turistas, cuya presencia aumenta temporada tras temporada.

La marcha, que ha superado los dos millares de asistentes, ha comenzado en la Plaza de España y ha concluido en la Plaza de la Reina donde se ha leído un manifiesto.

La portavoz de la Asambela 23-S, Margalida Ramis, ha declarado que el objetivo de esta protesta es "parar la masificación y poner límite" a la llegada de visitantes a Baleares, donde el número de turistas supera cada año los 12 millones.

Ramis ha comentado que, de manera especial en los meses de verano, no solo existe la "percepción", sino que "se vive una situación de saturación evidente en playas, carreteras, aeropuertos, puertos, parajes naturales e "incluso" en el fondeo de los barcos en el litoral.

A su parecer, es necesario que las instituciones públicas y el Govern balear estudien y adopten medidas para "controlar" esta situación que también conlleva situaciones como la "explotación laboral" y la "degradación" de espacios naturales sin que se ponga remedio.

"Reclamamos esas medidas", sobre todo a un Govern "de izquierdas" que "se supone que tienen las claras las ideas" en favor de la conservación medioambiental de las islas y la ciudadanía, ha comentado Ramis.

La portavoz ha recordado que en ciudades como Palma o en la isla de Ibiza el precio de los alquileres se ha disparado por la continua demanda turística en detrimento del "derecho" de los residentes la vivienda.

Ramis ha advertido que esta situación de "saturación" se vive también en ciudades como Barcelona o Venecia.

En el caso de Baleares, Ramis ha mantenido que es necesario "poner las bases" de una economía que no se fundamente en el "monocultivo intensivo turístico" y ha insistido en que "unas islas masificadas requieren del Govern unas medidas más decididas desde punto vista de diversificación económica; pensar y repensar el turismo, que continuará existiendo".

Desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) su presidenta, Inmaculada de Benito, ha afirmado esta semana que esta manifestación es un "ataque contra la economía" de las Islas Baleares y que se trata de un "error" que daña la imagen del archipiélago.

El gasto total de los turistas extranjeros que visitaron Baleares en 2016 fue de 13.006 millones de euros, un 10,5 % más que en 2015, según la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur).