El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, avisó ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al Tribunal Constitucional y a la Fiscalía de que organizará el referéndum sean cuales sean las impugnaciones que pongan encima de la mesa: "Ante un tsunami de querellas habrá un tsunami de democracia".

En una entrevista aseguró que no teme lo que dicte el TC -lo dijo poco antes de saberse que el TC suspende cautelarmente el 1-O-, y explicó que la Generalitat mantiene los preparativos de la votación: "Por descontado que siguen a buen ritmo los preparativos del referéndum".

Puigdemont afeó a Rajoy que en ningún momento se haya abierto a negociar la consulta, y cuestionó que España sea un "régimen democrático".

El presidente consideró que el escenario actualmente está polarizado entre "la voluntad mayoritaria de un pueblo que quiere votar y un Gobierno que se niega a aceptar la realidad" y recordó que el proyecto soberanista lleva seis años en marcha.

"Después de seis años de guerra sucia aún estamos aquí, con mucha gente que dice: ¿Me puede explicar por qué no puedo votar?", dijo.

Puigdemont también se refirió al polémico debate vivido ayeren el Parlament, plagado de interrupciones, suspensiones y reproches entre la bancada independentista y la no independentista, y acusó a la oposición de ser la responsable de la "tangana parlamentaria".

Defendió la aprobación exprés'' de la ley del referéndum y la ley de transitoriedad, y les reprochó no estar interesados en un debate parlamentario honesto, sino en el mero "espectáculo". Puigdemont consideró "condenadas al fracaso" la moción de censura que promueve Inés Arrimadas contra él, y aseguró que lo único para lo que servirá es para demostrar que hay una mayoría independentista en el Parlament que sustenta su Govern. "Encantado de debatirlo", dijo, consciente de que la iniciativa de Arrimadas es muy complicada.