El diseñador vasco Ion Fiz ha apostado en sus 15 años de trayectoria por vestidos ajustados, hombros y escotes pinzados porque "las curvas de las mujeres tienen todo el derecho del mundo a ver la luz en los patrones, sin caer en el vulgarismo o en el disfraz".

Fiz ha concedido una entrevista a EFE mientras prepara el desfile de celebración del 15 aniversario de su marca, que tendrá como pasarela dentro de un mes el Museo Gugghenheim de Bilbao.

Desde 2002, el creador suma 31 colecciones en numerosas pasarelas del mundo -Madrid, México, París o Shangai- para las que encuentra diversas inspiraciones: "puede ser que una noche me desvele o que me obsesione con un paisaje, un artista, un color".

Aún así, todas sus colecciones son reconocibles como "marca Fiz" por la elegancia y lo sofisticado, según el propio diseñador, aunque le gustaría que se ligara también a "impecable o contemporáneo".

En sus diseños se puede apreciar un reflejo de su origen vasco: Las blusas, los cuadros y colores lisos, "una estética de estilo sobrio", o tonos azules, blancos o rojos, que "tienen poca fantasía y eso nunca falla, es atemporal".

Su plan inmediato, además del Guggenheim, es la pasarela Mercedes Benz, de Madrid, del 15 al 18 de septiembre, en la que presentará una colección sostenible que ha elaborado en un taller de costura de mujeres en riesgo de exclusión social en Melilla.

Ha sido un ejercicio personal: "he salido de mi zona de confort, he estado casi medio año en Melilla y he peleado mucho para formar a estas mujeres".

Para Fiz, la moda significa una manera de "defender una ideología para un mundo mejor" y muestra de ello ha sido este proyecto de Melilla, sus colaboraciones con campañas de ONGs o su faceta de diseñador de muebles ecológicos. "Todas las causas que se puedan apoyar desde la moda se tienen que apoyar", afirma.

Paralelamente, los dos últimos años se ha estrenado en el diseño de uniformes para Iberdrola o la cadena McDonald''s España, otra rama en la que se ha sentido a gusto, porque "aporta funcionalidad, hace que la gente pueda estar cómoda a la vez que arreglada, más allá de los diseños desaliñados de otros uniformes".

Ahora que la moda se ha convertido en accesible para casi todo el mundo y las grandes industrias crean diseños baratos en masa, Fiz defiende que la venta de los diseños por su tienda "online" es "indispensable".

"Al fin y al cabo, la moda es un negocio" y los diseñadores no invierten dinero ni hacen sacrificios para que sus productos "no supongan nada".

Fiz ha visto que la moda se ha reforzado en España después de la crisis con la exportación del ''made in Spain'' que ha calado en países exóticos "porque hay criterio, gusto y mucha historia que contar a través de la moda".

Con tres décadas a sus espaldas, el diseñador ha revelado que "no esperaba llegar tan lejos porque una cosa es la vida del estudiante y otra seguir tu proyecto". Se ha acordado de su profesora Miriam Ocariz y de su abuela materna, que le contagió "la sensibilidad, el gusto y la obsesión de trabajar el tejido".

Sus referentes, Balenciaga, que define como "el arte puro", Pertegaz, "la costura muy trabajada, mucho poso y mucha calidad", y David Delfín "el arte conceptual que traspasó nuestras fronteras".