El Consejo Nacional Electoral de Venezuela anunció ayer que 8.089.320 personas participaron en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente (CNE), en una jornada de votación marcada por las protestas y la muerte en disturbios de al menos diez personas.

La cifra fue dada por la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, que informó además de que esa cifra corresponde al 41,53 % del censo electoral, en el que están inscritas cerca de 19,5 millones de personas.

La oposición -que no participaba en el proceso- ha calificado de fraude los comicios, y ha asegurado que solo un 12 % del censo (poco más de 2 millones de personas) ha acudido a las urnas este domingo.

En las últimas elecciones, las legislativas de diciembre de 2015 que ganó por mayoría absoluta la oposición, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 5,6 millones de votos.

Lucena reveló los resultados después de haber extendido el horario de los centros de votación, sin haber anunciado antes el cierre de las mesas electorales.

"No fueron pocas las dificultades que atravesamos en el día de hoy", dijo Lucena, que denunció "amenazas de todo tipo" contra el proceso que, según ella, pudieron superarse, lo que permitió dar un balance de la votación "extremadamente positivo".

La titular del Poder Electoral celebró que la elección fuera "pacífica, democrática y sin violencia", pese a la muerte confirmada por la Fiscalía de diez personas en acciones de protesta convocadas por la oposición y numerosos enfrentamientos entre estos manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Según Lucena, los votantes acudieron a algunos colegios del occidente del país hasta pasadas las 22.00 hora local (16.00 GMT), debido a la reubicación de algunos centros electorales por la "violencia" en la zona.

La rectora recordó que aún están por elegirse el martes los 8 representantes de las comunidades indígenas que integrarán la Asamblea Nacional Constituyente, que ha sido elegida sin un referendo de aprobación previa y por un sistema mixto territorial y sectorial muy criticado por "segmentar el censo electoral".

La Constituyente está llamada a cambiar la Constitución y reordenar el actual sistema jurídico con plenos poderes, y es considerada por la oposición e importantes actores sociales un intento del chavismo gobernante de "consolidar una dictadura" en Venezuela.

Países como Colombia, México, Estados Unidos o España y la Unión Europea han anunciado que no reconocerán a esta asamblea constituyente, y Washington ha adelantado que responderá con sanciones a este proceso considerado antidemocrático por la administración del presidente Donald Trump.

ANUNCIO DE "MEDIDAS" CONTRA DIVESOS SECTORES

Maduro advirtió también de que se tomarán medidas contra el Parlamento, la Fiscalía, los líderes de la oposición y los medios privados en su primera intervención tras las elecciones.

En un acto televisado con simpatizantes chavistas, Maduro aseguró que la ANC, que tomará el poder en Venezuela en las próximas horas, "levantará la inmunidad parlamentaria a quien haya que levantarla", actuará contra la "burguesía parasitaria" para solucionar la crisis económica y se hará con el mando de la Fiscalía "para que haya justicia".

Maduro criticó asimismo la cobertura dada hoy a la votación por los canales de televisión privados venezolanos, a los que acusó de "censurar las elecciones" y pidió una investigación al canal Televen por hacer "apología del delito".

"Estamos en combate comunicacional otra vez contra las mentiras de las televisoras, Ñalerta!", añadió.

"Llegó la Constituyente a poner orden", dijo el mandatario socialista sobre el proceso, rechazado por la oposición al considerar que llevará a la consolidación de una dictadura en Venezuela, y proclamó: "Algunos terminarán en una celda, bajo el mando de la justicia necesaria".

"Se acabó el sabotaje de la Asamblea Nacional", dijo también Maduro, en alusión al Parlamento, de mayoría opositora, que ha sido declarado en desacato por un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) acusado de servir de brazo judicial del Gobierno.

El presidente recriminó al Ministerio Público -cuya titular, Luisa Ortega Díaz, ha acusado a Maduro de atropellar la Constitución y convertir el país en un "Estado policial"- no haber actuado ante la violencia de la que viene acusando a la oposición en los casi cuatro meses de protestas contra su Gobierno.

El mandatario chavista prometió intervenir y restructurar esta institución, un anuncio que fue recibido con fervor por quienes habían acudido a celebrar la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente a la plaza Bolívar del centro de Caracas. "Fiscal, traidora, ya te llegó la hora", coreó la multitud chavista.

Maduro tuvo tiempo también para hablar del "carnet de la patria", el sistema de identificación que el Gobierno utiliza para la distribución de ayudas sociales, en el que se han inscrito hasta ahora unos 15 millones de venezolanos y que el oficialismo ha utilizado en las elecciones de hoy para controlar quién acudía a votar.

El "carnet de la patria", dijo el jefe del Estado, se institucionalizará como eje de las políticas sociales del Gobierno, y servirá también para perseguir fraudes en el uso de los beneficios públicos.

Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), más de 8 millones de los cerca de 19,5 millones de venezolanos con derecho a voto participó en la elección de hoy, que estuvo marcada por las fuertes protestas y los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden y se saldó con al menos 10 muertos.

La oposición, sin embargo, asegura que solo acudió a votar un 12 % del censo (poco más de dos millones de personas).

Países como Estados Unidos, Colombia, España o México han informado de que no reconocerán la Asamblea Nacional Constituyente, y Washington impondrá sanciones para castigar este proceso que según la Administración del presidente Donald Trump carece de legitimidad democrática.