A la sesión de ayer ya no acudió el cesado edil de Urbanismo, Carlos Garcinuño, aunque no haya entregado todavía el acta de edil. Se abre sin él otra etapa del Urbanismo municipal. Aunque alguna cuestión de fondo como la Casa de la Juventud o el concurso de la reforma del Templo Masónico quedaran sobre la mesa -moción y pregunta tenían origen socialista en Elena Mateo y Tino Guzmán-, esas funciones ya las asume plenamente en la práctica la primera teniente de alcalde, Zaida González. Su figura ha crecido exponencialmente y se demostró ayer. Dirigió con vehemencia el debate de fondo sobre el exfuncionario policial que corresponde a su área, Seguridad y entró al trapo en el trasfondo ideológico de la propuesta de Ramón Trujillo (IUC) respecto a los bienes de la iglesias. Por contra el alcalde sólo tuvo participaciones puntuales, aparte de las referidas al tiempo de palabra. Una para valorar la importancia del Parque Tecnológico de Cuevas Blancas y sus 3.000 empleos. Otra para mandar a callar a Orosa. La tercera para advertir a Pedro Arcila (SsP) de que acatara su llamada a dejar de hablar a la primera y no a la cuarta. Y la última para desear unas felices vacaciones de agosto. A quien las tenga.