Los pacientes con cáncer colorrectal primario en el lado derecho del intestino, que representan un tercio del total de afectados, tienen peor pronóstico que los que lo tienen ubicado en el lado izquierdo, según un estudio presentado hoy en el Congreso Mundial de Cáncer Gastrointesntinal (WCGIC) que se celebra en Barcelona.

El hallazgo ha sido explicado por dos de los oncólogos participantes en el estudio, que analizó a más de 1.100 pacientes de todo el mundo, el australiano Guy van Hazel, investigador de la Universidad de Western Australia, y el inglés Harpreet Wasan, del Hammersmith Hopsital que investiga en el Imperial College de Londres.

El estudio consistió en probar un nuevo medicamento para tratar el hígado en los pacientes a los que el cáncer colorrectal se les había expandido, a través de "una inyección de microesferas de resina con el fármaco oncológico Ytrium-90", denominada SIR-Spheres, ha explicado el doctor Wasan.

"Nos encontramos con una sorpresa cuando estábamos buscando otra cosa", ha declarado el doctor Van Hazel, que ha confesado que el hallazgo ha sido fortuito e inesperado.

El estudio quería probar que los pacientes que combinaban su tratamiento de quimioterapia con dichas microesferas, denominadas SIRT, incrementaban su esperanza de vida en relación a los que solo eran tratados con quimioterapia, pero al terminar el estudio vieron que los datos no eran significativamente relevantes.

No obstante, decidieron separar a los pacientes por grupos, como la edad o el lugar donde tenían el cáncer, y fue entonces cuando vieron que su medicamento sí beneficiaba a las personas a las que el cáncer les empezó en el lado derecho, mientras que no tenía ningún efecto en el resto.

Por ese motivo, quisieron ver las diferencias entre los grupos iniciales de pacientes, y vieron que la mortalidad de las personas con un cáncer colorrectal primario derecho es mayor que la del izquierdo.

Ambos investigadores han reconocido que el motivo por el cual la ubicación del tumor "es determinante" es aún "desconocido" aunque Wasan ha ofrecido una posible hipótesis: "mucho médicos piensan que los tumores en el lado derecho se detectan más tarde porque es menos probable que haya obstrucción, pero por el momento es aún inexplicable".

"También puede ser que los cánceres en la derecha sean más resistentes a la quimioterapia tradicional, y por ese motivo pueden ser más sensibles al SIRT, aunque desafortunadamente es solo una hipótesis", ha dicho Van Hazel.

"Tenemos que hacer otro estudio para terminar de comprobar que realmente los cánceres colorrectales en el lado izquierdo y derecho son distintos. Tenemos que empezar a verlos de forma distinta y a tratarlos de manera diferente", ha anunciado Hazel, aunque ha remarcado que este estudio ya muestra que las diferencias son "médicamente relevantes y estadísticamente significativas".

En este nuevo estudio los investigadores quieren "limpiar" todo el resto de variables ya que, según Van Hazel, en el estudio actual trataron a todos los pacientes como un mismo grupo.

Hazel ha lamentado que la tasa de mortalidad en este tipo de cánceres es aún muy alta, y ha explicado que en el estudio incluyeron solo pacientes cuyos cánceres ya eran inoperables, con metástasis y con el hígado afectado.

De hecho el medicamento experimentado trata el hígado, a pesar de que son pacientes con cáncer colorrectal, ya que "el hecho que se extienda al hígado es una de las causas más comunes de muerte en este tipo de cáncer, aunque es aún muy difícil establecer por qué los pacientes oncológicos mueren, al haber múltiples factores", ha detallado Wasan.

Este medicamento, que tiene un coste anual equivalente a una quinta parte de un tratamiento de quimioterapia habitual, abre una nueva posibilidad a los médicos y a los pacientes con cáncer colorrectal en el lado derecho, ya que en el estudio se ha visto que alarga su esperanza de vida en 4,9 meses respecto a los pacientes tratados solo con quimioterapia.