Una situación que debería ser excepcional se ha convertido en un sufrido día a día para Sole Rodríguez y su familia -esposo y dos hijos menores-, unos vecinos del bloque 47 de Santa María del Mar. Aunque la historia se remonta a varios años atrás -casi una década-, desde hace unos meses las circunstancias han empeorado.

La negativa del propietario del local en el que está ubicada la arqueta de saneamiento del edificio -no va directamente a la red pública- impide hacer una limpieza periódica del depósito con consecuencias graves para la casa de Sole, en el primer piso: las aguas fecales le rebosan por la bañera, el fregadero, la taza del baño y el lavamanos.

"Antes nos dejaba limpiar, pero desde hace unos meses nos impide entrar y se ha formado un tapón que evita que el agua fluya y por eso sale por mi casa", cuenta la vecina del bloque 47, el único que no se rehabilitó cuando de ejecutaron las obras en el resto de edificios.

La desesperación de la inquilina del primer piso aumenta cuando tiene que afrontar la higiene de sus dos hijos menores, a los que está bañando en el patio con botellas de agua por miedo a que puedan coger cualquier infección.

"El ayuntamiento podría, por higiene, hacer que un tubo conecte la arqueta con la red municipal", plantea Rodríguez, haciendo referencia a una obra similar realizada en el bloque 46. En este inmueble, un tubo de PVC acabó con el mismo problema.

Sin embargo, esta posibilidad no parece viable, de momento, ante la negativa mostrada a los vecinos por el propietario del local, asegura la propia Sole Rodríguez. En todo caso, sería una solución transitoria hasta que se acometa la rehabilitación del edificio.

En este sentido, el concejal de Sanidad y Medio Ambiente de Santa Cruz, Carlos Correa, valora el "carácter privado" del inmueble, razón por la que el ayuntamiento no puede hacer unas obras sin permiso. "Poco puede hacer el consistorio para intervenir en una propiedad privada", remarca.

Correa avanza que desde el área de Sanidad van a "intentar convocar" una reunión con Viviendas Municipales y Asuntos Sociales para tratar de buscar, de forma conjunta, una solución, que podría ser a través de una subvención. "Pero hacer la canalización por fuera no depende de Sanidad", aclara.

Carlos Correa, en todo caso, ofrece la posibilidad de que el ayuntamiento actúe de "mediador" entre los vecinos afectados y el dueño del local. "Deberían ser los propietarios de la vivienda los que nos propongan alguna solución, primero para esa parte y luego para toda la reforma del drenaje", indica.

"Si la parte del bypass -tubo para conectar a la red pública- no fuera viable, al menos intentar hablar con el vecino que está poniendo la traba para tratar de buscar, primero, una solución provisional, y, más tarde, una definitiva", resume.