El dolor se puede medir, pero también es muy subjetivo. El dolor no es igual para todos. El dolor puede inhabilitarte o ni siquiera afectar un ápice tu vida cotidiana. Hay todo tipo de dolores, algunos se manifiestan externamente, como el dolor de pies, y otros internamente, como el dolor por perder a un ser querido.

Pero la fibromialgia es mucho más que una enfermedad que provoca dolor. Esta enfermedad reumática crónica puede provocar problemas en todos los ámbitos de la vida y, lo peor es que no se puede ni prevenir ni curar, solo tratar. El 5% de la población sufre fibromialgia en España, y el 90% de los afectados son mujeres.

El tratamiento se basa en la multidisciplinariedad, ya que la enfermedad afecta "tanto a la esfera orgánica como a la psicológica", explica Alexis Rodríguez León, médico especializado en dolor del Hospital de La Paloma, en Las Palmas de Gran Canaria. "Esta enfermedad no se suele tratar con los medicamentos analgésicos", insiste el también responsable de la Unidad del Dolor de este centro hospitalario, "solo los antidepresivos y los opioides responden a los dolores del paciente".

Para que se establezca el diagnóstico de fibromialgia "se debe haber tenido dolor durante más de tres meses en unos puntos establecidos". En total hay 18 puntos, de los cuáles 11 deben funcionar como "puntos de gatillo" para poder realizar un diagnóstico. "Para ser diagnosticada, el paciente también debe mostrar a trastornos del sueño, fatiga, depresión, dificultades para dormir o ansiedad", remarca el doctor. Otros síntomas frecuentes son la rigidez por la mañana, dolores de cabeza, periodos menstruales dolorosos, sensaciones de hormigueo o adormecimiento de las manos y los pies.

No obstante, el doctor alerta de que "esta sintomatología no se debe confundir con el síndrome de fatiga crónica, cuya incidencia en la población es mucho menor que la fibromialgia, tan sólo afecta a un 0,5% de la población". Así, informa de que en los casos de fatiga crónica "el paciente está al menos 6 meses con fatiga, además de presentar fiebre, faringitis, depresión e irritabilidad", mientras que en la fibromialgia hay al menos 3 meses de dolor crónico y presencia de 11 de los 18 puntos de dolor.

Los pacientes que sufren fibromialgia ven mermada su calidad de vida debido a los intensos dolores. Por ejemplo, muchos de ellos dejan de hacer actividades físicas. Por eso, el objetivo del tratamiento es que el afectado pueda continuar realizando su actividad del día a día, ya que se ha comprobado, según recalca Rodríguez, que "hacer deporte mejora el dolor así como el estado de bienestar". Por eso, invita a seguir con el tratamiento y realizar este tipo de actividades físicas. Rodríguez admite que también terapias cognitivas-conductuales como el "mindfulness" y el yoga, así como terapias alternativas, como la acupuntura, "han demostrado mejoría en algunos pacientes".

La causa que provoca esta enfermedad es, hasta ahora, desconocida. "Parece que hay una predisposición genética, pero también una parte ambiental que afecta", asegura Alexis Rodríguez quién también dirige la Unidad del Dolor en este hospital. "Una alimentación inadecuada, los déficits de vitamina C, el estrés", todo puede influir, pero no hay "nada específico", explica Rodríguez.

Por eso, aunque se viva con dolor continuo, esto nunca debe ser el impedimento para disfrutar siempre de una vida plena.