Un buen desarrollo de los cuidados paliativos hace que se reduzcan las demandas de prácticas como la eutanasia o el suicidio asistido, según puso ayer de relieve Christoph Ostgathe, presidente del comité científico del Congreso Mundial de la Asociación Europea de Cuidados Paliativos (EAPC).

En el mismo sentido se expresó el presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, Rafael Mota, quien señaló que, "cuando hay una buena atención de equipos de profesionales de cuidados paliativos, con una implicación de la comunidad y una red de voluntariado, esas peticiones son cada vez menores".

De hecho, este experto ha reconocido que "muchas veces se medicaliza tanto el final de la vida que se provoca mayor sufrimiento, y la gente quiere morir". Por el contrario, cuando hay profesionales que ayudan, que controlan síntomas, que apoyan a las familias y que inciden en el aspecto emocional, "la gente no quiere morir".

Ambos, junto con el presidente de la EAPC, Phillip Larkin, y el presidente del comité local, Alberto Alonso, informaron ayer en rueda de prensa de los temas que se van a abordar en el Congreso, que se celebra en Madrid desde ayer al 20 de mayo.

Cada año, unas 100.000 personas necesitan paliativos, pero más del 50% no tiene acceso a ellos

En España, cada año unas 100.000 personas requieren cuidados paliativos específicos y, de ellas, más de 50.000 no tienen acceso a estos servicios, una situación que les lleva a morir con un sufrimiento que puede ser evitable.

Estos datos ponen de relieve el "déficit" que existe en relación con otros países europeos y del mundo desarrollado, señaló Mota, quien, además, puso de relieve las diferencias entre comunidades autónomas, la falta de una formación homogénea y la escasez de equipos.