El ministro de Defensa de Siria, Fahd Yasem al Freich, calificó hoy el ataque de EE.UU a una base aérea siria como una "agresión" y dijo que con esa acción Washington se ha convertido en un "socio" de los terroristas.

El ataque contra la base aérea de Shayrat produjo al menos seis muertos, decenas de heridos y "grandes pérdidas materiales", según afirmó el ministro en una rueda de prensa en Damasco.

Al Freich afirmó que el ataque "hace de EEUU un socio" del Estado Islámico (EI) y del Frente Al Nusra, nombre que usaba el actual Frente de Conquista de Levante hasta que se desvinculó de Al Qaeda el pasado julio y subrayó que se trata de una acción "ilegal" y "contraria" al derecho internacional.

Según el ministro, el bombardeo está en la línea de la estrategia estadounidense, que "desde el primer día" pretende "debilitar" las capacidades militares de Siria en su lucha contra el terrorismo.

La respuesta de Damasco, según Al Freich, será "insistir en su deber nacional de defender a los sirios y luchar contra el terrorismo y establecer de nuevo la seguridad en Siria".

Asimismo, volvió a rebatir las "justificaciones" de EE.UU. para lanzar el ataque, que según afirmó el presidente Donald Trump, supone una represalia al supuesto bombardeo con armas químicas contra la localidad de Jan Shijún, y recalcó que Washington "no sabe la verdad de lo que pasó ni quién es el responsable".

Las autoridades de Damasco han reconocido que llevaron a cabo el bombardeo contra la localidad de Jan Shijún el pasado martes, pero han negado de manera categórica el uso de armas químicas.

Según su versión, golpearon un depósito de armas químicas del Frente Al Nusra introducidas de contrabando a la provincia de Idleb desde la frontera con Irak y Turquía y que habían escondido en áreas residenciales de Jan Shijún.

La ONU ha confirmado que al menos 70 personas murieron y más de 200 resultaron heridas, aunque el Observatorio ha elevado la cifra de fallecidos a 86 y la Defensa Civil ha hablado de más de 300 heridos.

La oposición siria y varios países, entre ellos EE.UU., Francia y Gran Bretaña, han acusado al Gobierno de Bachar al Asad de haber usado armas químicas en el ataque.